Abandonados

102 26 11
                                    

—Creo que ella me extraña más a mí —dijo el mayor de los dos, intentando creer en sus propias palabras.

—No es cierto. Ni siquiera te recuerda —dijo el más joven, con su voz que ya empezaba a sonar desgastada y ronca.

Así eran sus vidas desde hacía más de 10 años. Siempre repetían su patética discusión.

—A mí me tenía mucho más cariño. Me valoraba mucho más, me escuchaba por horas y horas sin cansarse —siguió él con sus recuerdos más rebuscados.

—Puede que tengas razón. Te escuchaba más, te valoraba más. Pero cuando te vio por primera vez, ella no puso la misma cara de fascinación que puso al conocerme —dijo el más joven, sin tener en cuenta el dolor que causaba al abandonado anciano.

Este día los dos se callaron y se fueron a dormir enojados y tristes.

Entonces, en la mañana, los dos despertaron con un ruido muy fuerte. La luz, que de pronto iluminó la caja oscura donde se encontraban, les cegó por completo.

Una voz femenina, muy conocida, dijo luego de verlos allí:

—Marcos, ¡mira lo que encontré aquí! Mi casete de Roxette y el cd de Laura Pausini. ¡Cómo los extrañaba! Nunca me olvidaré del día que los vi por primera vez. Fueron los mejores años de mi vida.

Entonces los guardó en el ático, y nunca más los vio.

Ellos, desde este día, se hicieron amigos. No la tenían, pero tenían la música, y su melodía hizo que vivieran cien años más. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Un viaje a través de mis MicrocuentosWhere stories live. Discover now