Capítulo XXI

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JongHyun no le había explicado nada desde que habían salido del departamento. Luego de lo que había sucedido en la cocina, ambos se ducharon y vistieron, encaminándose hacia aquel lugar al que JongHyun les llevaba.

Luego de algunos minutos de trayecto, el auto se detuvo afuera de un sitio que a KiBum le había sorprendido. En silencio, JongHyun descendió y luego rodeó el vehículo para abrir su puerta y ayudarle a bajar. Lo tomó de la mano y juntos caminaron a un pequeño puesto de ventas.

- Buenos días señora – saludó el mayor – por favor deme un arreglo de rosas blancas

- Como diga...

La mujer que atendía la florería, hizo el pedido eficientemente y, luego de haber cancelado el valor, JongHyun y KiBum salieron de la tienda y caminaron a la imponente entrada de aquel lugar. Al cruzar los portones de hierro forjado, KiBum deleitó su vista con extensos prados de verde césped recién cortado. El aroma a tierra húmeda y flores llenó sus sentidos mientras caminaban, sintiendo la mano de JongHyun firme contra la suya, casi como si no quisiera dejarlo ir.

Avanzaron por un camino de tierra hasta que atravesaron el césped, deteniéndose cuando notó que JongHyun no caminaba y que sutilmente, soltaba su mano para reclinarse y dejar sobre una lápida de mármol, el arreglo floral que había comprado.

KiBum vio la placa, y entonces que JongHyun lo hubiese llevado hasta ahí, tomaba otro sentido. "Familia Kim – En memoria a mis amados padres"

- Soy hijo único – le dijo JongHyun de pronto, sin dejar de ver la placa anclada al césped que estaba bajo sus pies – Mamá estuvo casada antes, pero ella no era compatible con su esposo y se divorció. Después conoció a papá y me tuvieron a mí...

Ahí, a su lado, JongHyun murmuraba suavemente lo que KiBum tanto había querido saber.

- Nunca fui un digno hijo de mis padres, ¿Sabes? – añadió mirándolo con una sonrisa triste – Siempre fui rebelde, no era un brillante alumno y solo ocasionaba problemas. A los catorce años me expulsaron por beber en un baño del colegio con unos hyungs, a los dieciséis me metí en problemas por peleas clandestinas y a los dieciocho pasé una noche en la cárcel por consumo y porte de marihuana siendo menor de edad...

- Oh...

- Mis problemas de ira han sido algo con lo que he lidiado desde siempre, pero mis padres se dieron por vencido conmigo, hicieron todo lo que pudieron – le contó – Con suerte terminé la secundaria y sin saber qué haría de mi vida, mi padre me metió al servicio militar...

- Tan joven

- Era idiota, violento y problemático, y mis padres ya habían intentado todo conmigo – explicó – Así que solo ingresé al Servicio. Lo odié, odiaba todo, odiaba a los reclutas, a mis superiores y a mis padres por haberme botado en ese lugar, hasta que conocí a tu padre...

KiBum sintió la mirada de JongHyun en él.

- Él vio en mi algo que hasta el día de hoy, no me explico qué es – se sinceró – Pero sirvió. Tu padre me ayudó allá adentro, dispuso de ayuda psicológica para mis problemas y así, el tiempo comenzó a pasar mientras yo me enamoraba de la carrera militar que estaba haciendo; me sentía útil, me sentía... sentía que yo sí podía hacer algo más con mi vida

- ¿Tus padres...?

- Evité verlos por mucho tiempo, tenía vergüenza por el dolor que les había causado, no quería seguir decepcionándolos – continuó – Mamá me escribía cartas, pidiéndome que los fuera a ver...

[ El Pequeño Kim ]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt