La verdad del todo

Capítulo 1

Joxter juega con su hijo Snufkin de tan solo 3 años de edad, es su mayor tesoro. Siempre busca la manera de jugar con él, le da todos los cuidados que puede. Tuvo que dejar su pereza para volverse responsable. Pero no todo es alegría.

Su novia, Mymble, no cuida de él. Ella deja al niño hacer lo que sea ya que eso define el crecimiento del niño. Para empeorar las cosas, ella tiene otra hija, pero Joxter no es el padre, cree que no lo sabe, pero él lo sabe gracias a los rumores.

No tienen un hogar establecido por lo que les piden a los vecinos o cualquiera que les pueda dar refugio, al menos para cuando es invierno. Joxter no hiberna como su familia, él prefiere irse a lugares cálidos.

Se prepara para su viaje cuando en eso Snufkin le abraza la pierna. El niño se tira al suelo para luego recibir un ataque de cosquillas por parte de su padre. Lo carga en brazos para luego abrazarlo.

—¿Papi se va? — le preguntó Snufkin.

—Papi se irá a donde está el sol, volveré cuando abras los ojos— le respondió Joxter.

—Ya los tengo abiertos— le dijo Snufkin.

—Sí, pero cuando te vayas a dormir para el invierno vas a tener que cerrarlos como tu hermana— dijo Joxter bajándolo al suelo.

—No quiero dormir— dijo Snufkin cruzándose de brazos.

—De acuerdo, te ayudare a dormir.

Joxter lo carga en brazos para llevarlo a una cama. Están ahora en una cabaña abandonada por lo que pueden estar cómodos por ahora. Joxter deja a su hijo en la cama para luego tocarle la armónica. Snufkin cierra los ojos para luego quedarse dormido.

Mymble se encuentra cerca de la fogata, su novio se sienta para hablar seriamente con ella cruzándose de brazos.

—Ya me voy a ir, procura vigilar a Snufkin— le dijo Joxter.

—Déjalo hacer lo que quiera, es parte de su naturaleza— dijo Mymble.

—Él se parece demasiado a mí, hasta él insiste en venir conmigo, pero no puedo— dijo Joxter— Pero hablo en serio, vigílalo, no me gusta que los dejes hacer lo que quieran. La última vez él me siguió y casi se ahoga.

—Al menos aprendió a nadar— dijo Mymble riéndose.

—No es gracioso. Deja de buscarle diversión a todo.

—Es solo que me hizo recordar el día en que nació Snufkin. Tú ni te lo podías creer— le dijo Mymble con una sonrisa.

—Fue algo que me sorprendió, se parece demasiado, lo único que sacó de ti fueron tus ojos— le dijo Joxter— Cuando él crezca, voy a llevarlo conmigo en mis viajes.

Joxter termina de guardar sus cosas para luego despedirse. Mymble se va a dormir. La nieve comienza a caer, la fogata se apaga lo que despierta a Snufkin quien pregunta por su padre. No lo ve por ningún lado. Su madre y hermana siguen dormidas por lo que decide salir por su cuenta para jugar en la nieve.

Él se pone a jugar en la nieve, patina sobre el hielo para luego ver el bosque cubierto de nieve. Decide tomar una cesta donde duerme cuando no tiene cama. Se adentra al bosque para así buscar donde deslizarse. Una vez que se desliza, se da cuenta que no puede frenar, comienza a gritar por sus padres, pero nadie lo escucha.

Snufkin choca contra un árbol lo que le hace perder el conocimiento. Comienza a recordar cuando era más bebé. Su padre no esta en casa ya que la primavera se había adelantado. Snufkin espera dentro de su cesta a que llegué su padre. Ve a su madre besando a otro sujeto.

Ella siente la mirada de su hijo por lo que decide voltear el cesto para así taparle la vista. Solo escucha risas seguidos de sonidos extraños que él desconocía. Por alguna razón, no puede levantar el cesto. Él decide quedarse quieto para así dormirse.

Volviendo al tiempo actual, Snufkin siente la nieve cubriéndolo, se quita la nieve de encima. Recuerda lo que su padre le dijo de irse a climas cálidos. Snufkin no quiere volver a casa ya que su madre no le presta atención. Por eso decide ir por su padre, pero no sabe por donde se fue. Aún así, decide seguir adelante sin importar a donde lo lleve el destino.