Capítulo 6

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Joxter se despierta, va a la tienda de su hijo, pero no lo ve. Lo raro es que la tienda estaba ahí al igual que su sombrero y abrigo. Piensa que fue a pescar por lo que se acerca al lago, pero en el camino ve a Snufkin caminando algo raro.

Él camina hacia su hijo que cae de rodillas al suelo para vomitar y luego toser. Joxter solo lo observa estando de pie frente a él.

—¿Qué hiciste ahora? — le preguntó Joxter conservando la calma.

—Fui a pescar, pero creo que toqué algún hongo venenoso— dijo Snufkin.

—No me hagas reír, sé que eres lo suficientemente listo como para no saber diferenciar un hongo venenoso de otro— le dijo Joxter con las manos dentro del bolsillo.

Snufkin mantiene la mirada y emite gruñidos. Joxter se agacha y le toca el rostro para verlo bien.

—Bueno, tus ojos están bien, eso indica que no era alucinógeno— dijo Joxter con una sonrisa tratando de conservar la calma— Si tocaste los menos dañinos, lo más probable es que solo tengas un fuerte dolor de estómago.

Joxter se pone de pie ordenándole hacer lo mismo. Snufkin intenta ponerse de pie, pero cae al suelo con una respiración agitada y tocándose el corazón con una mano. Su padre le toca la frente para luego cargarlo y llevarlo a la tienda.

Lo acuesta sobre la sabana para luego mojar un pañuelo y ponérselo en la frente. Su hijo respira agitadamente pero su padre trata de calmarlo.

—Tengo miedo, no me dejes solo— dijo Snufkin. Su padre no le responde— No quiero que Moomin me vea así, se va a preocupar— Joxter le besa la frente para cerrarle los ojos.

—Necesitas descansar— le dijo Joxter.

Llega la noche, Snufkin duerme con dolor mientras su padre permanece sentado de brazos cruzados viéndolo. Comienza a recordar cuando su hijo se había enfermado de chiquillo, pero nunca a ese punto. Trata de mantenerse despierto por lo que aprovecha para empacar todo lo que puede y así ambos irse de aquel lugar.

Joxter despierta, su hijo ya no respira agitadamente por lo que cree que ya se curó, pero al tocarle la frente se da cuenta que esta ardiendo. Guarda la tienda y se lleva en su espalda la mochila de su hijo. Lleva a Snufkin cargándolo en brazo y corre a toda prisa a la casa de los moomins.

Snufkin despierta y se le hace raro ver un techo, voltea y descubre que esta en la casa de los moomins. Ve a Mamamoomin mojando la toalla. Hay medicamento en el buró por lo que supone que le dieron eso para al menos ayudarlo.

—Me alegro que hayas despertado, eres alguien fuerte como para soportar todo eso— le dijo Mamamoomin.

—No quería preocuparlos— le dijo Snufkin.

—Lo sé, pero es mejor saber como te sientes que verte enfermo— dijo Mamamoomin poniéndole la toalla en la frente.

—¿Cómo llegué aquí? — le preguntó Snufkin.

—Joxter te trajo cuando vio que no mejorabas— dijo Mamamoomin.

—Y eso que él dijo que no era dañino— dijo Snufkin.

—No lo culpes, él no sabía el tipo de hongo que era— dijo Mamamoomin.

La puerta se abre, Moomin entra llorando, intenta ir hacia su amigo, pero su madre no se lo permite para evitar riesgos.

—Lamento haberte preocupado, pero estaré bien— le dijo Snufkin con una sonrisa.

—¿Lo estará? — le preguntó Moomin a su madre.

—Sí, con la medicina que le di se podrá curar— le dijo Mamamoomin— Mientras tanto, trata de dormir, así mejoraras más pronto.

Los moomins salen de su habitación dejando a Snufkin solo. Él logra dormirse a los pocos minutos, la puerta se abre, pero él ni la escucha. Joxter entra para verlo de cerca, se quita uno de los guantes para así acariciar la cabeza de su hijo. Snufkin entreabre los ojos, no ve bien pero solo sonríe.

—Tu mano sigue igual de cálida, papá— le dijo Snufkin para luego cerrar los ojos.

Snufkin vuelve a dormirse. Joxter no dice ninguna palabra y se retira. Al caer la noche, él ya se siente mejor. Mamamoomin le lleva un poco de sopa. Moomin esta feliz de poder acercarse con su amigo y así hacerle platica. Papamoomin entra a la habitación.

—Oh vaya, veo que estas mejor— dijo Papamoomin— Creo que debería avisarle a Joxter.

—¿Él sigue aquí? — le preguntó Snufkin.

—Bueno, esta acampando afuera, él no quiso dejar tus cosas ya que sabía que eran importantes para ti— dijo Papamoomin.

—Tengo que verlo— dijo Snufkin saliéndose de la cama.

—Solo recuerda no volver a tocar hongos— dijo Mamamoomin.

Snufkin sale a toda prisa y ve el campamento afuera. Al acercarse le da miedo entrar, pero al abrir la entrada ve a Joxter acostado de espaldas esperandolo.

—¿Por qué tardaste tanto? — le preguntó Joxter con una sonrisa.

—Joxter, lamento todo lo que dije— respondió Snufkin.

—¿Qué cosas? — le preguntó Joxter.

—No recuerdo, pero supongo que dije algo malo mientras estaba enfermo— dijo Snufkin.

—Para nada, tan solo me dijiste "papá"— dijo Joxter sonrojando a su hijo— Oye, tú tranquilo, necesitabas a alguien contigo cerca. No me molesta que me dijeras papá— Snufkin no responde— Era mejor eso que a que me dijeras abuelo.

Snufkin se ríe lo que alegra a su padre. Joxter le extiende los brazos.

—Vamos, ven a darme un abrazo, sé que quieres uno ahorita— dijo Joxter.

—Apenas te conozco— dijo Snufkin con las manos en la espalda.

—Lo sé, pero una parte de ti quiere amor paternal. Tan solo será un pequeño abrazo— dijo Joxter con una sonrisa.

Snufkin abraza a su padre sin decir ninguna palabra. Joxter le acaricia la cabeza para luego ver que su hijo se duerme en sus brazos. Lo acuesta en el suelo deseándole las buenas noches.

La verdad del todoWhere stories live. Discover now