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A Podrick le había extrañado la actitud del Matarreyes, él también había notado el cambio en su expresión corporal al hablar de Brienne,  y sin pensar sobre las posibles consecuencias que podrían traer sus palabras, dijo aquello que se le pasó por la cabeza en aquel instante.

- He de reconocer que jamás pensé que Ser Jaime podría sentir algún tipo de atracción hacia Lady Brienne -. Incluso después de haber hablado, y descubrir la expresión de Lord Tyrion al escucharle, en su cabeza aquello no le parecía un error.

- La guerra puede llegar a unir a personas totalmente distintas -. El enano sabía que aquel que les viese iba a saber que algo pasaba entre ellos, por lo que intentó quitarle hierro al asunto y así evitar que Podrick lo fuese comentado con otras personas. - Pero aún así, creo que ninguno de ellos va a pensar en algo que no sea la gran guerra que se avecina.

- Quizás tengas razón Lord Tyrion, pero si el corazón toma las riendas, poco hay que pueda hacerse -. Podrick sabía que llevaba razón, y una sonrisa apareció en su rostro al ver que Tyrion ponía los ojos en blanco ante su afirmación.

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Ser Jaime se acercó a ella lentamente, sabía que seguramente sería la última oportunidad que tendría para hablar con ella a solas, y estaba decidido a aprovecharla. Ya había pasado demasiado tiempo desde que las dudas sobre sus sentimientos se habían instalado en su cabeza, y necesitaba aclarase antes de que Cersei se percatase de que era lo que le estaba pasando.

Lady Brienne permanecía ausente, con la mirada fija en el horizonte, por lo que no escuchó al caballero acercarse.

- Lady Brienne -. Jaime hablaba tímidamente, con miedo de que ella no reaccionase como él esperaba - Yo... 

- Ser Jaime -. Brienne lo interrumpió de manera tajante, sabía que ese momento iba a llegar tarde o temprano, pero aún no estaba preparada para enfrentarse a una situación tan nueva para ella. Nunca un hombre la había intimidado con su mirada, nunca se había sentido tan vulnerable ante nadie, y sabía que eso la podría herir mucho más que una espada. - ¿Me necesita para algo?.

Su fría respuesta hizo que el caballero volviese a dudar sobre si era buena estar allí a solas con ella, pues alguien podría haberlos visto y haber avisado a la reina. 

- Solamente quería hablar contigo -. Agachó la cabeza, esperando de nuevo una respuesta cortante por parte de ella.

- ¿Y de qué quiere hablar Ser? -. Ella sabía cuales eran sus intenciones, pero quería evitarlo, ya que no sabía si iba a poder controlar sus emociones esta vez.

- Creo que lo sabes... -. Ser Jaime apretó la mandíbula. Era incapaz de mirarla a los ojos, no estaba acostumbrado a doblegarse así ante una mujer, siempre había podido tener a quién quisiese con solo una sonrisa, pero ella era diferente. 

- Quizás -. Respondió ella, con la respiración acelerada - Pero podría estar equivocada.

Jaime se acercó unos pasos Brienne, respiró hondo y acercó su mano a la de ella, acariciando la punta de sus dedos. En ese instante notó como ella se estremeció, apretó la mandíbula e intentó respirar hondo para controlar sus impulsos. Pero a pesar de ello, no separó su mano de la del caballero, su contacto le parecía reconfortante, de echo, era algo que deseaba sentir desde que lo escoltó a la capital.

- Anoche, yo... -. Jaime estaba dubitativo, no encontraba las palabras que quería que saliesen de su boca - Siento si te hice sentir incómoda.

- No, está bien, no se preocupe Ser -. Brienne se sonrojó al recordar su ligero acercamiento la noche anterior.

- Llámame solo Jaime, por favor -. Ella asintió con la cabeza - Pero siendo honesto, no me arrepiento de ello.

Lady Brienne no era capaz de mirarlo a la cara, no sabía como actuar ante aquello que acababa de escuchar. Jamás nadie la había insinuado algo así, era todo totalmente nuevo. Pero lo que más descolocaba sus pensamientos era que le gustaba como la hacía sentir. La gustaba su presencia, su aroma, su calor...

Jaime se percató que ella se había quedado sin palabras, por lo que aprovechó para volver a acercarse a ella, sus cuerpos quedaron solo a unos milímetros de distancia, el agarre de sus manos ya era completo, y sus corazones bombeaban sangre a un ritmo frenético.

- Solo me arrepiento de no haber llegado a tocar tus labios con los míos -. Finalmente ella lo miró a los ojos, y vio el fuego que había dentro de ellos. La pasión con la que la miraba confirmaba que se trataba de algo más profundo que una mera atracción sexual.

Él  miró sus labios, y continuó con su acercamiento. Sus cuerpos desbordaban electricidad, ambos sabían que ese beso confirmaría lo que sentían el uno por el otro. 

Algo sonó tras ellos en el preciso instante en el que sus labios iban a rozarse, justo cuando sus alientos se estaban entremezclando, y ambos saboreaban una libertad que jamás habían sentido.

Se giraron, impacientes por continuar con aquel momento perfecto, el cuál acabó en el preciso instante en el que vieron quién había sido testigo de aquello que acababa de suceder. Allí estaba, Cersei Lannister, con sus ojos clavados en ambos.


                                             

Just Fire [Fanfic Jaime y Brienne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora