Capítulo 8

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Cuatro años atrás | 17 de Noviembre de 1385

Desde hacía más de un mes, exactamente después de su pelea con Seokjin, que iba a su cuarto a bañarse y cambiarse de ropa pero generalmente, dormía en el cuartel de los soldados, cerca del área de entrenamiento, protegidos por el denso bosque que rodeaba la villa.

Pero pasadas las diez de la noche, acompañado por los faroles encendidos del camino, se dirigió a su casa, la que compartía con Jin. Sintió un gran alivio al ver luces encendidas dentro y con el pecho oprimido, subió los escalones que la separaban del suelo, ingresando a la vivienda. El primer cuarto era una enorme sala de estar, decorada en tonos verde té con caracteres chinos en negro pintados en la pared, telas de seda con brocados extravagantes traídos del Imperio Japonés y muebles de madera de nogal. Atravesando esa sala de visita, se encontraba una sala privada que su hermano generalmente usaba como escritorio y sala de estudios.

Allí estaba él, con la espalda pegada a la pared, detrás de un enorme mesa baja repleta de pergaminos, tinta y pinceles, con más de una vela alumbrando su escritura. Su mano derecha se movía con gracia sobre el papel y la izquierda se guardaba de mantener la ancha manga de su traje lejos de sus trazos. Su cuello estaba encorvado, dejando que las pequeñas mostacillas de su sombrero cayeran sobre el escritorio.

—Es raro verte por acá.

Dice Jin, sin levantar la vista del papel delante de él.

—Lamento interrumpirte.

—No tiene importancia. —replica el mayor, dejando el pincel en la mesa, y corriendo sus papeles sobre la mesa, para que la tinta se seque. — ¿Necesitabas algo?

—Es mi casa todavía. ¿No puedo venir?

—Por supuesto. Pero hace semanas que no duermes aquí.

Jungkook se queda en silencio y con un suspiro se acerca hasta su hermano, sentándose frente a él, con la mesa separándolos.

—Vine a pedirte consejo, hyung.

—Dime, en qué puedo ayudarte.

Jungkook sigue sintiendo la cordialidad impuesta de Seokjin, y aunque le molesta, sabe que la merece ya que fue su culpa el que se encontrara su relación en ese estado. Pero ahora, el problema no era su precaria relación, sino su hermana mayor.

—Baekhyun comprometió a Jiyeon-noona en matrimonio con Kang Sunghoon.

—Es un hombre importante dentro de la corte. Jiyeon tienen veinte años, Jungkook. Está en edad de casarse.

—La pega, Jin. —su hermano se queda pasmado ante las palabras del castaño. —Ha pedido una reunión conmigo y me mostró la calidad y gravedad de sus heridas.

—No quiero ser irrespetuoso o conspirativo contra nuestra hermana, ¿pero no crees que se ha hecho eso ella misma para mantenerse aquí? Tal vez, quiere continuar siendo la señora de la villa.

—Es lo que quiere, pero no ha mentido en sus heridas, a menos de que sea posible que se haya mordido a sí misma en el pecho y la espalda.

Jin alza las cejas, impresionado por las palabras del jefe de la familia.

— ¿La ha mordido?

—De lo que he podido ver, la ha golpeado en repetidas ocasiones y mordido varias veces. Todo su pecho y espalda están heridos. ¿Qué debería hacer, hyung?

El pelinegro se queda en silencio unos minutos, pensativo. Evaluando concienzudamente lo que iba a decirle al menor a continuación.

—Kang, cómo te dije, es poderoso Jungkook. Negarle la mano de Jiyeon, podría plantear problemas para ti. Más, si tenemos en cuenta la forma poco ortodoxa con la que te hiciste con el poder de la villa.

• The King •《Kookjin》[FINALIZADA]Where stories live. Discover now