─ ☘️ 𝙎𝙏𝘼𝘾𝙔! | ❛SOLO LOS VALIENTES ARRIESGAN SU VIDA POR OTRAS PERSONAS.❜
↳ 𝐺𝑊𝐸𝑁 𝑆𝑇𝐴𝐶𝑌 pasa por
la adolescencia un
tanto no normal ya
que comienza a juntar...
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No sabía qué hacer, sus padres llegarían tarde y en el refrigerador solo habían vegetales. Decidió que era mejor salir y hacer las compras de la semana de paso. Agarró el dinero del pote de arriba de la mesa, las llaves de la casa y salió de allí, para luego agarrar su bicicleta y comenzar a pedalear en la noche con dirección al supermercado que quedaba a unas cuadras.
Recordó como Peter se había puesto nervioso y sus mejillas se habían sonrojado cuando ella se había despedido de él con un beso en la mejilla.
Sin poder evitarlo, una sensación había llegado a su pecho. Se sentía bien, relajante.
Se bajó de la bicicleta en cuanto llegó al supermercado. Al entrar, saludó a la primera cajera y comenzó a caminar por los pasillos, comprando cada cosa que recordaba que necesitarían.
En cuanto estuvo a punto de agarrar un pote de caramelos, una mano se aproximó antes que la de ella, haciendo que ambos chocaran las manos.
-Lo siento -se disculpó una voz masculina.
-No, tu llegaste primero -habló Gwen, negando.
El chico de ojos claros negó con su cabeza y le extendió el pote.
-Las mujeres primero -dijo el chico, sonriéndole coquetamente.
Gwen aceptó el pote con una mueca.
-Soy Harry Osborn -se presentó el chico, extendiendo su mano.
-Gwen Stacy -estrechó su mano y le regaló una sonrisa, para luego fruncir su ceño y agregar:-, jamás te he visto en Midtown Hill -dijo la rubia.
-Es que no voy a la preparatoria Midtown -movió sus manos-, voy a la prestigiosa preparatoria de Manhattan -habló con orgullo.
-Que engreído -rió Gwen.
-¿Yo? -se señaló a sí mismo, fingiendo estar afectados por sus palabras-. Jamás -Gwen rió ante sus palabras-. Y podría jurar que una chica tan bella y con esos ojos hermosos debe de tener a alguien que la espera, ¿no? -Gwen vió las intenciones del chico y negó con una sonrisa. No sé molestó en contestarle solo giró y comenzó a caminar en dirección a la caja, aún con una sonrisa-. ¡Oh, vamos! ¡Sólo responde! -gritó el chico, mientras sonreía.
-Adiós, Harry -se despidió la chica, agitando su mano y rió al escuchar la maldición de chico.
-¡¿Tu número?! -gritó el chico, pero la cajera había terminado de embolsar todo y le dió a Gwen las bolsas, seguido de una sonrisa. La rubia comenzó a caminar en dirección a la salida. Harry rió bajo.
Era la primera vez que una chica se resistía a sus encantos, o a su dinero. Gwen dejó las bolsas en el canasto de la bicicleta. Estaba por subirse, hasta que un auto conocido llamó su atención.
¿Qué hacía el tío de Peter a aquellas horas de la noche en pleno estacionamiento de un local?
El hombre estaba en el asiento del conductor, mientras parecía observar el local, como si esperara a que saliera alguien de allí.
Gwen dejó su bicicleta al otro lado de la calle, y estaba por acercarse a saludarlo. Hasta que la silueta de un hombre encapuchado se paró enfrente de la puerta donde se encuentra Ben Parker.
La rubia se detuvo en seco al ver el arma que traía el hombre en sus manos.
El tío de Peter parecía tratar de hacerlo entrar en razón, hablaba calmado, mientras alzaba sus manos. Pero el hombre le gritaba que saliera del auto.
¿Y ahora qué haría?
No tenía tiempo para llamar a la policía, ni mucho menos para pedir ayuda, ya que las personas se encontraban asustada y habían comenzado a huir del lugar.
Ben bajó del auto a tirones que le daba el ladrón.
-¡Dame el auto! ¡apartate! -gritaba el hombre, apuntandolo.
-Está bien, está bien, sólo cálma... -pero no pudo terminar la palabra, ya que el gatillo cedió y disparó en su dirección.
Gwen quedó en shock y tapó su boca con sus manos, mientras que un jadeó salió de su boca.
El ladrón se metió al auto y Gwen reaccionó.
-¡Oye, oye! -gritó Gwen, tirando su bicicleta y corriendo en su dirección pero el auto arrancó y el ladrón escapó. Dejando a Ben Parker tirado en medio de la calle, desangrándose por la herida de bala. Gwen corrió hasta caer arrodillada al lado del hombre y presionó la herida.
-Er-eres la chica... ¿Gwen, ci-cierto? -habló el hombre mirando a la chica sorprendido, mientras tosia sangre. Sus pulmones no daban para mucho.
-Shh... no debe hablar -dijo Gwen. Personas comenzaron a rodearlos-. ¡Ayuda, por favor! ¡Qué alguien lo ayude! -gritó Gwen, aún tapando la herida.
Peter salió del kiosco, y frunció su ceño al ver a personas rodeando algo o alguien, pero corrió en cuanto escuchó el grito de Gwen.
Empujó a las personas, para llegar cuanto antes. Pero sus pasos se detuvieron al ver la escena. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cayó arrodillado al lado del cuerpo de su tío.
-Tío Ben... -susurró Peter sin creerselo. Aquello era culpa de él.
Peter agarró la mano de su tío, el cual lo miró reteniendo las lágrimas.
-Pe-Peter... -susurró el hombre, dándole un apretón a la mano de su sobrino.
-Peter, la herida -avisó Gwen, soltando unas lágrimas-, se está desangrando... hay que llamar a una ambulancia ahora -la chica señaló la herida y él comenzó a taparla, en cuanto Gwen se levantó y se alejó para comenzar a llamar por teléfono.
-Debes aguantar -sollozó Peter, mirando a su tío.
-Pe-Peter... -susurró el hombre y Peter se tuvo que acercar para escucharlo-, cuida de May...
Aquél había sido el último aliento de Benjamín Parker. Y aquella fue la vez en la que un sentimiento de dolor, soledad y venganza creció en el pecho de Peter.
Quería venganza.
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