Sin alma

Capitulo 1

"¡Hiccup, ¿ya estas listo?!" Un grito se había escuchado de parte de su hermano desde el piso de abajo.

Aquel chico castaño, no había escuchado, sus ojos verdes observaban una foto de él junto a su madre y hermano. Una foto instantánea, era el cumpleaños de Valka Haddock, su madre.

Miraba la foto con nostalgia, deseaba volver a aquellos tiempos, a ser feliz y que todo sea unas de esas pesadillas en donde pudiera despertar dónde vería su madre sonreírle dulcemente como solo ella sabe hacerlo.

"Hiccup tenemos que..." La puerta había sido abierta de repente, entonces cuando vió al castaño mirando la foto con algúnas lagrímas en sus ojos detuvo sus palabras. El ojiverde enseguida se limpió las lágrimas con la manga de su campera de color marrón claro. Y siguió mirando la foto para no mostrar sus ojos aún quería lagrimear y su nariz enrojecida.

"Hicc..." Expresó suave.

"¿No te enseñaron a tocar?" Dijo indiferente.

" Lo siento, pero ya hay que irnos. " Will preferío no preguntar, su hermano se enojaría o lo ignoraria. esa actitud tosca que había ganado al paso de los seis meses que pasaron. Esos seis meses con su madre internada en el hospital.

Hiccup era muy distinto a lo que era antes. El único que parecía no cambiar era él.

Will bajó al living y se dispuso a esperar al chico, después de unos segundos había bajado por las escaleras.

"¿Listo?"

"Sí." Entonces su hermano mayor, sacó las llaves de su bolsillo derecho de su jean azul marino y abrió la puerta de su casa, donde ahora se encontraba más fría que nunca.

Entraron al auto y emprendieron la marcha al hospital donde tardaron diez minutos.

Al llegar, bajaron del veihiculo, y entraron a aquel edificio alto pintado de blanco con varias ventanas y una gran puerta automática para ingresar.

A Hiccup nunca le gustaron los hospitales pero tuvo que acostumbrarse al olor a agua oxigenada o a los sollozos de personas por el fallecimiento de alguien o hasta ver a los pacientes deambular por los pasillos sin esperanza de vida.

Triste no solo era la palabra que describía aquel lugar.

"¿Quieres entrar tu primero o lo hago yo?" Preguntó Will. Él tenía veintitrés años. Se parecían un poco solo que aquel no tenía ojos verdes si no avellanas, una mezcla entre verde y amarronado a la vez.

Era más alto y más corpulento. A diferencia de él que tenía una contextura delgada. Aunque muchos le generaban inseguridades no le importaba, no tenía tiempo para fijarse en eso.

Solo buscaba una sola cosa que cumplir.

Su hermano mayor es el encargado de que todo se mantega en orden, es muy óptimista a pesar de todo. Siempre arma planes para cuando su madre regrese y vuelvan a ser la hermosa familia que eran.

Pero para Hiccup era completamente distinto. Tenía dieciocho y tenía como próposito terminar la secundaria, así poder seguir una buena carrera.

El futuro incierto era uno de sus peores enemigos conjunto a la muerte, es como si fueran hermanos porqué ambos te llenan de incertidumbre. Te generan ansiedad y temor.

Era lo que justo Hiccup trataba de que no le ocurriera todo el tiempo.

Se sentó en las sillas de espera. Recordó en cómo terminó allí. En cuántas veces se había pellizcado los brazos ese horrible día queriendo que sea una pesadilla para poder despertar y que todo esté bien.