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-¡Lix!- el omega pecoso se gira al escuchar la voz entrecortada por el cansancio de una reciente carrera de su amigo Jisung a sus espaldas.- ¡Al fin lo conseguí! ¡Mis padres me han dado permiso para hacerme mi primer tatuaje!

El grito del omega rubio hablando de tatuajes hace que la mayoría de la gente que se encuentra en el poco transitado pasillo se los quede mirando de manera extraña. Un grupo de alfas se ríe comentando algo entre susurros. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que hablan de ellos cuando el más alto de todos los señala sin disimulo. 

Cuando Jisung llega al lado del pelirrojo con esa sonrisa de dientes de ardilla característica suya borrándose poco a poco al notar que la gente comenta en demasía sobre su grito emocionado Félix siente su enfado bullir por las posibles críticas que le puedan estar haciendo a su amigo. 

Un omega con tatuajes es algo extraño. Significa omega atrevido y poco sumiso, que es igual a peligro para los alfas de mentalidad más atrasada.

-¿Qué estáis mirando, panda de alfas sin cerebro?- les pregunta Félix cuando ve que su actitud a bajado el entusiasmo de su amigo a casi hacerlo desaparecer.

-Nada, nada, es solo que seguro que sus amigos se lo hacen gratis mientas que los demás tenemos que pagar.- responde el chico encogiéndose de hombros para restarle importancia. Se apoya en la taquilla con chulería y se lleva la mano al cabello teñido de verde.

-¿Y si se lo hacen, qué?- responde el omega antes de lanzar una última mirada recriminante al alfa y llevarse a su amigo de la mano de allí.

Una vez en el patio ambos se sientan en el césped, debajo de un árbol centenario, con las espaldas apoyadas en el tronco gigante. Una suave brisa mueve sus cabellos y los chicos comparten una chocolatina que encontraron olvidada y medio derretida en el bolsillo de la chaqueta de Jisung. El rubio omega ya ha recuperado su alegría después de los desafortunados comentarios externos y vuelve a tener la ansiedad incesante de contarle a su amigo como ha sido el trato con sus padres.

-Me han dicho que me dejan hacerlo si llevo a Minho hyung a casa a cenar y no les ocultamos nada.- cuenta el chico dejando algo descolocado al omega pelirrojo.- Sé lo que piensas. Y no ocultar nada no significa que no podamos omitir algunos puntos de la verdad.- ríe Han con una sonrisa satisfecha convencido de que su plan no tiene fallos. Al fin tendrá su ansiado primer tatuaje.

-¿Y a Minho hyung que le parece todo eso?- pregunta Félix poco convencido.

-Está muerto de miedo. Dice que en recompensa va a ser el quien me tatúe, que es lo que yo tenía pensado.- responde el chico con sencillez.- No vamos a hacer nada oficial, pero eso no significa que mis padres no deban saber que ya conozco a mi pareja destinada. A demás, a MinMin le da mucho miedo mi padre, será divertido ver como tiembla durante el interrogatorio.

Félix solo pudo imaginarse al imponente alfa Lee Minho muerto de miedo ante el aún más imponente E'dawn antes de echarse a reír con su amigo. Acaban revolcados por el suelo, con las hojas moviéndose sobre ellos mientras la brisa y el resto de estudiantes son testigos de su arranque de risa y de su complicidad. 

Su risa por la imagen se acaba en una simple risa histérica sin motivo. Se ríen solamente porque hoy está siendo un buen día. La euforia acaba con los dos omegas en el suelo boca arriba uno al lado del otro y las respiraciones entrecortadas.

-Tú deberías hacerte otro pendiente. Los que tienes están bien, pero fijo que el del cartílago te queda bien.- le propone Jisung incorporándose con pereza.

-Preguntaré en casa, pero seguramente me dejen. A mi padre omega le encantan, creo se ha hecho todos los pendientes posibles sin que quede demasiado cargado. Y mi padre alfa va en camino. Si les digo que tengo unos nuevos amigos con una tienda de tatuajes a lo mejor hasta se hacen clientes habituales.- responde imitando la acción de su amigo.

~Tatoo~ ChanglixWhere stories live. Discover now