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El resto de la semana pasa entre preparativos y charlas sobre la fiesta. Hacía tiempo que no salían todos juntos a divertirse, y añoraban esas fiestas infinitas en las que cualquier cosa podría pasar. Para Félix será la primera con ellos, por lo que sus ansias son algo diferentes a las del resto. Solo espera crear buenos recuerdos.

-¿Seguro que él quiere verme?- pregunta Hyunjin abrazado a uno de los peluches de la cama del pelinaranja haciendo un pequeño berrinche infantil.- ¿No le voy a molestar si me acerco a hablarle? Es decir, por mensajes hablamos mucho, pero igual no quiere que me acerque cuando esté con sus amigos.

-A ver como te lo explico para que lo entiendas de una vez, hyung.- suspira Félix con cansancio arrebatándole al chico el peluche de sus brazos para empezar a golpearlo con él. Cuando cree que ha recibido suficiente se detiene, aún que sigue amenazándolo con el animal de peluche.- Jeongin quiere verte. El pobre lleva ansioso por ello toda la semana. Y por sus amigos no te preocupes, pensaba adoptarlo porque seguro que Seungmin se va con Jeno a cualquier esquina a besuquearse.

Era cierto. De hecho, él y los menores se habían visto el día anterior para preparar algunas cosas juntos. También para hablar sobre la relación de Jeongin con Hyunjin. Sobre todo, Félix le aseguró al menor que cuando Seungmin y Jeno lo abandonasen podría ir con él y el resto de los chicos. Seungmin ni siquiera intentó negar nada, solo le dio el consejo al pequeño de que no se pusiese tímido al hablar con el alfa.

-Deberías hacerle caso, si no va a pegarte en serio. Y no con el peluche.- dice Changbin con su sonrisa ladeada. El omega pecoso solo asiente dándole la razón.

-¡Félix!- el grito de Jisung resuena por toda la casa haciendo que el nombrado sienta la desesperación crecer en su interior.

¿En qué estaría pensando cuando decidió proponer su casa para reunirse todos esa noche?

Él solo pensaba en que sus padres no estaban y no quedaba muy lejos del lugar de la fiesta. Nunca pensó en acabar queriendo echar a la panda de revoltosos que ya había estado a punto de romper el cuadro favorito de Ten.

Lo peor de todo es que después de la fiesta todos se van a quedar a dormir ahí. Como alguno vuelva borracho y vomite en su casa lo va a limpiar con un cepillo de dientes.

Changbin se encuentra sentado en su escritorio, dibujando de nuevo en la libreta que le robó. No le ha dejado a nadie ver los dibujos que hace ahí, pero en menos de una semana ya ha llenado una considerable parte de las primeras hojas. Hyunjin sigue con su berrinche en la cama, mientras su teléfono suena con notificaciones a su lado. Seguro que es el pobre Jeongin, piensa Félix. El resto se quedaban en el salón la última vez que Félix lo comprobó, pero ahora el grito de Jisung parecía provenir de otro lugar de la casa.

-¡Félix! ¡En una habitación grande de la segunda planta!- el chico tarda unos segundos en ubicar la descripción de Jisung como la habitación de sus padres. Tiene que sacar de ahí al omega antes de que pase algo.- ¡No sabía que tu padre era bailarín!

-¿Qué dices?- pregunta al llegar al lugar, encontrándose con Jisung moviéndose por la habitación con curiosidad. El omega señala un cuadro de la pared, uno de las decenas de ellos que hay en las paredes, en el que sale Ten sonriente con una medalla de un concurso de baile al cuello. Lo único malo de aquella fotografía era el cacho de Johnny Seo que asoma por el lateral de la misma, sonriente mirando al omega.- Ah, si. Esa foto es del primer primer premio de papá. Le encanta bailar. De hecho es profesor en una academia de baile. Mi padre alfa es hijo del dueño, y ahora es él quién la lleva.

-¡Qué genial!- exclama Jisung con los ojos brillantes de emoción infantil.- ¿Y quién es el chico que lo mira? Parece orgulloso.

-No es nadie importante.- responde Félix incómodo de repente, cosa que no pasa desapercibida para el omega rubio.- Vamos abajo ya.

~Tatoo~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora