Pulsaciones.

A EXAMEN

 "Las personas nos pasamos la vida constantemente en un examen. Examenes de admisión para instituciones basados en el sueldo de tus padres, en sus aportaciones a la sociedad, en lo mucho que solo mirando tu cara, creen que pueden sacar de ti. Jardin de infancia, colegio, educación secundaria, bachillerato, el temido examen de acceso a la universidad, seis años de facultad, cuatro años de especialidad. Y luego comienza el verdadero problema. ¿De verdad he aprendido algo? ¿Podré llegar a salvar vidas? ¿Qué ocurrirá cuando por primera vez opere a una persona de carne y hueso con una vida ya definida? ¿Quién llegare a ser? ¿Podré hacer sombra al apellido de mis padres? Examenes. Nos examinamos a nosotros mismos cada dia, exigiéndonos dar la talla, ser la persona admirada y dejamos atrás lo mas importante, lo que de verdad nos hace ser quienes somos. ¿Solo unas notas pueden definirnos? ¿Qué pasaría si todos fuésemos números en un papel? Dos, tres, nueve, cinco, siete ¿Tendrian hijos siete y nueve? ¿Se casarán tres y dos? En los hospitales, los estudiantes dejan de ser ese numero cuando se presentan a un paciente y conocen su nombre, su historial e intentan curar su patología. ¿Salvarle la vida es el próximo examen? No. Salvarle la vida es el motivo por el que hicimos todos esos exámenes. Justo en ese instante, sabemos quienes somos, lo que hemos sido capaces de vivir y hacia donde vamos. Un examen, solo es un papel lleno de tinta. Y todos sabemos que la tinta es tóxica. Y los cirujanos son especialistas en acabar de raíz con lo tóxico"

Natalia se encontraba en la sala de juegos de pediatria intentando mantener un poco la calma. Desde que Alba y ella habían decidido tener una cita, su corazón latia mas rápido de lo normal, su cerebro desprendia demasiada serotonina y no se concentraba en nada en concreto. Con los niños era sencillo aparentar normalidad, asi que esa era la razón por la que estaba allí. Algunos hacían dibujos para sus familias, otros veían una película en el televisor y otros simplemente jugaban a empujarse o hablaban. Natalia suspiró y miró el tablon de fotos. Desde que trabajaba allí, siempre estaba repleto de instantaneas. Niños sonriendo, jugando, disfrutando, aunque aquello fuese un hospital y para algunos esa captura, su ultima foto. No pudo evitar fijarse en una foto que se habia tomado con Silvia cuando empezaron a tener confianza. Fue en su recaida, cuando ella misma le rapó la cabeza e intentó animarla. Aquel dia era todo tan turbio que en la soledad de aquella sala llena de color, se propuso que el cancer no era una tiniebla, sino un arcoíris por florecer con el que podrían. Fracasó, pero aprendio algo. Luchar implica morir con honor y eso nos hace el camino menos amargo.

-Era una chica encantadora- Natalia se sobresaltó-. Reche te busca. ¿Por qué esta histerica? ¿Demasiado café? ¿No la habras cagado ya?- puso los brazos en jarra intimidándola-.

-Buenos días a ti también Ricarda- inquirió-. Si te propones matarme, casi lo consigues. Reche está estudiando para los exámenes y es una mexcla de nevios, ansiedad y hiperactividad.

-Ayudala- gruñó tendiéndole un café-. Creo que podria darle un infarto.

-No ha dormido en toda la noche estudiando- se quejó-. He dormido con lisiadin. Y no quiere que la ayude- bufó-.

-Guix está ayudando a Julia Medina- la informó-. Vamos, ambos sabemos que cuando se acercan estas fechas los residentes son hienas y son capaces de todo. ¿Te digo cuantas noches llevan yéndose juntos?- movió las cejas jugueton-. Lo veo todo desde mi balcon.

-Alba es increíblemente inteligente- suspiró-. Se que puede con esto, solo debe gestionar los nervios. Ademas, es un simple examen. Dentro de dos años, tendrá el importante. Es un papel, no prueba lo buena que es.

-¿Por qué tienes miedo de ayudarla?- la miro enfadado-.

-Jamas he enseñado a nadie- bufó-. Alba es la primera. ¿Realmente soy buena para ella?