Capítulo 29: Si no me acuerdo, no pasó

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Capítulo dedicado a: Josavalero Por hacer la nueva portada♥ te amo con mi hígado★

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Abrí los ojos sintiendo que todos mis huesos me dolían, tenía un fuerte dolor en la cabeza y sentía mi mente nublada unos segundos antes de poder adaptarme a la tenue luz que saludaba la noche. De repente vi a Calvin, luego a Habacuc, a la señora Craft, a mi madre y al sacerdote Requena, todos observándome.

Apreté los ojos e intenté alzarme, Calvin y Habacuc me ayudaron a levantarme, en ese momento parecía que todos hablaban pero no comprendía absolutamente nada, solo sé que me llevaron al auto de Calvin y antes de darme cuenta estaba en el hospital, creo que me desmayé en algún momento porque de repente estaba de nuevo en mi casa acostada y solo me dejé consumir en el sueño. 

A la mañana siguiente, cuando me levanté para ver el amanecer, observé mi brazo enyesado y fue cuando recordé lo que había sucedido ayer, Calvin en mi habitación, mi mamá entrando, la ventana, el suelo, y un bebé que al parecer Aria había matado.

Demasiado para un día.

Bajé las escaleras y observé a mi mamá en la cocina, me parecía extraño, ella nunca madrugaba, ahí también estaba el sacerdote Requena, ambos parecían como si no hubieran dormido en siglos.

—Siéntate —señaló mi mamá, tomé asiento lo más alejada de ellos— ¿Será posible que nos expliques qué hacía Calvin en tu habitación anoche?

—No tengo nada que explicarle a Roger —dije—, esta es una conversación que deberíamos tener tú y yo nada más.

— ¿En serio crees que estas en la posición de exigir algo? —dijo el sacerdote Requena—, estuvimos preocupados por ti toda la noche, pendiente si convulsionabas u ocurría algo más contigo, te diste un fuerte golpe en la cabeza y parecías fuera de ti.

Bueno, con razón no recordaba mi brazo enyesado.

—Te lo preguntaré una vez más —dijo mi mamá—, ¿Qué hacía Calvin en tu habitación?

Guardé silencio, ¿Qué se suponía que le iba a decir? Discutíamos acerca de una posible familia y un bebé que al parecer lo habían asesinado, era algo completamente abominable.

—No piensas hablar —mi madre rio amargamente—, me has decepcionado tanto la última semana que no sé ni siquiera como castigarte.

Me quitaría el teléfono, me prohibiría que me fuera sola al instituto y de seguro que también me iría a buscar, me iba torturar por toda una semana siendo mi sombra, lo sabía, la conocía perfectamente, necesitaba una salida, necesitaba encontrar algo que distrajera la atención y de alguna forma librarme de esto...

Piensa, piensa...

—Pero es que no sé quién es Calvin —solté intentando colocar mi rostro de real confusión—, solo recuerdo haber llegado del instituto, hablar con ustedes y entonces desperté con un yeso en el brazo.

Mi mamá entrecerró los ojos y cruzó una mirada con el sacerdote Requena.

— ¿No recuerdas haber caído por la ventana? —preguntó el sacerdote Requena, puse todo mi autocontrol en no reírme y negué con la cabeza.

— ¿Si recuerdas que nos vamos a casar? —agregó mi mamá enseñándome su anillo, miré ese anillo en su dedo dejando escapar el sentimiento que seguía irritándome porque se volvería a casar.

— ¿Se van a casar? —Murmuré perpleja— ¿Qué más no recuerdo? ¿Acaso también llegó la respuesta de la UIC?

Mi mamá pareció avergonzada cuando me dijo que me habían rechazado, y cuando comencé a llorar y me abrazó, supe que la había engañado por completo y que podría librarme del terrible castigo que me esperaba.

Me vestí para ir a la escuela, y me fui regocijándome de que logré engañar a mi mamá y también sintiéndome completamente terrible por ello.

Pasaron tres semanas, los comentarios del baile se hacían cada vez mas fuertes, los trabajos y las caras de angustia de los estudiantes por los proyectos finales lucían en todos lados. El yeso en mi brazo ya no estaba, sin embargo a veces me dolía por las fuertes lluvias en la ciudad que de algún modo ocasionaba que el frio traspasara mi piel.

Las últimas semanas me había dado el tiempo para conocer a Brian, a pesar de ser todo lo que alguna vez me imaginé, ya no era lo que realmente quería, sin embargo, no podía evitar darle un beso cada vez que la mirada de Trami nos seguía en los pasillos. Calvin intentaba acercarse a mí, pero mi mamá mandó a colocarle barrotes a las ventanas y lo amenazó con llamar a la policía si lo veía cerca de mí, así que él prefirió guardar un poco de distancia entre los dos, y más cuando  mantuve mi mentira de hacerle creer que no lo recordaba.

Era lo mejor, prefería simplemente sacarlo de mi vida de una vez por todas, pero, indudablemente, seguía recordándolo aunque ahora dolía un poco menos.

—Hermosa, tengo práctica de futbol —dijo Brian—, ¿me esperaras o prefieres irte sola?

—Tengo que irme, debo estudiar para los finales —dije—, tú también deberías estudiar.

Brian se encogió de hombros, él también era un excelente estudiante, así que no era como si eso le bajaría el promedio, además, había sido admitido en la universidad del norte a tan solo unas horas de aquí, y yo había solicitado cupo ahí, solo esperaba la respuesta y posiblemente nos iríamos juntos.

—Te veo mañana —me dio un pequeño roce en los labios antes de irse al patio a jugar, y yo me dirigí a la salida, las muchachas estaban presionadas con la organización del baile, por ser del consejo estudiantil, todo era su responsabilidad, así que últimamente solo hablábamos en las mañanas, y en las tardes todas ellas desaparecían.

Victor y Fiorela parecían estar embobados, no parecían despegarse ni un segundo, solo en las clases y se la mantenían siempre besuqueándose, me alegraba y la vez me perturbaba.

Me coloqué la capucha y comencé a caminar, había una fuerte brisa con pequeñas gotas de lluvia revoloteando en el ambiente, el frio parecía traspasar mi piel y oprimir mis huesos.

— ¡Claus! —escuché a mis espaldas, voltee observando a lo lejos una maraña de rulos salir de su auto, era Calvin, inevitablemente me sentí temblar, pero intenté mantenerme serena, se suponía que no lo recordaba.

Él se acercó corriendo y chapoteando sus pies contra el agua.

—Hola... vecino —dije confusa—, ¿Qué haces aquí?

Calvin me miró pareciendo un poco molesto, decepcionado y sobre todo triste.

—Ya no aguanto más, necesito, yo... —pareció perder el aliento y se inclinó apoyando sus manos sobre sus piernas para poder calmarse— Extraño hablar contigo, extraño absolutamente todo de ti, estas tres semanas han sido una completa tortura porque no puedo parar de ver por mi ventana y siempre tienes las cortinas...

Su voz se perdió y las gotas comenzaron a caer de su cara, sus rulos se adherían a su rostro y sus ojos verdes acuosos expresaban lo que nunca podría decir con palabras.

—Perdón... uhm Calvin —dije su nombre como si fuera una pregunta, como si no lo recordara, como si no lo pensara a cada segundo de mi maldita vida— ¿De qué hablas?

Calvin parecía desesperado, puede que a punto de llorar.

—Quiero que vengas conmigo —expuso tomando mi mano a la fuerza y jalándome hacia su auto.

—Lo siento, pero mi mamá... —dije resistiéndome pero sin duda completamente alegre de que me llevara a la fuerza.

—Al diablo tu mamá —interrumpió—, tú vendrás conmigo porque tenemos que hablar.

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Feliz ... Domin... ¡Viernes! Casi iniciando el fin de semana, siempre a tiempo nunca inantiempo(? 😂😂😂
Espera el doble capítulo♥ *inserte aquí cara pervertida*

Él fue mi crush primero(#1) [Completo]Where stories live. Discover now