Capítulo 40.

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Desperté con el brazo de Alonso en mi cintura dejando caer todo su peso en mí, me dí la vuelta para mirar su rostro. Éste se encontraba relajado, sus labios estaban entreabiertos y tenía mechones de cabello sobre su frente; la imágen que esperaba siempre al despertar.
Con duros esfuerzos, quité su brazo de mi cintura y me senté a lado de la cama, gruñó adormilado y nuevamente su brazo me envolvió haciendo que cayera de nuevo a la cama.

-¿A dónde crees que vas? -Susurró en mi oído.

-A ducharme -Reí.

-Quédate un rato más... -Pidió aún adormilado.

-Alonso, ayer que llamé a mi padre acordé que iríamos a desayunar -Dije entre risas.

-Cinco minutos más, quédate aquí conmigo.

-Alon... -Comenzó a repartir pequeños besos en mi cuello y hombros provocando que me estremeciera. -Está bien, está bien. Me quedo -Sonreí.

Con su ayuda, me giré de nuevo para quedar frente a él, debido a que aún le estaba dando la espalda.

-Te ves hermosa.

-Y tú muy guapo -Ambos sonreímos como tremendos idiotas.

-Buenos días -Besó mi frente.

-Buenos días -Dije entre risas debido al cambio de conversación. -¿Cómo dormiste?

-Muy bien, estaba cansado.

-Se notó. Yo por el contrario, escuché tus ronquidos toda la noche.

-Seguro te deleité.

-Claro -Ambos reímos.

-¿A qué hora dices que nos tenemos que ir? -Preguntó acariciando mi mejilla con suavidad.

-Mi padre dijo que lo viéramos a las diez en punto.

-¿Y son las...? -Estiré mi brazo hasta mi mesa de noche girando un poco mi cuerpo para tomar mi teléfono.

-Las ocho.

-Oh, nena, no jodas.

-Ese vocabulario, Villalpando -Reí imitando a una profesora de nuestra infancia.

-La maestra Edna, un fracaso de persona.

-Ni que lo dudes.

-¿Qué habrá sido de ella? -Comentó abrazándome mientras hundía su cabeza en mi cuello..

-No sé. Probablemente tuvo tres hijos, los cuales la odian. Uno es problemático, a otra le gusta aparentar ser mayor a su edad y el último es asocial en su familia. Sino es que se quedó sola, lo cual, es aún más probable.

-Qué ingenio, ¿No sabes de casualidad cómo se llamaban los hijos? -Sentí la vibración de su risa y lo acompañé.

-Sí. El mayor se llama Elías, la chica se llama Amelie y el menor se llama... Enrique.

-Amelie es un nombre lindo -Comentó aún en su posición, su respiración se hacía más relajada cada vez.

-Sí, lo es.

-¿Qué te parece si en lugar de mini _____, se llama Amelie?

-¿Y mini Alonso? ¿Le cambiaremos el nombre también?

-Alonso es un nombre muy sexy -Levantó su cabeza para observarme.

-_____, también lo es -Sonreí con egocentría.

-Eso no lo dudes, por eso mi hija se llamará Amelie. Un nombre más dulce sin ser tentador para los demás hombres, debido a que sería mi princesa -Sonrió y me giñó el ojo.

365 Días Bajo El Mismo Techo. (A.V y ___)Where stories live. Discover now