Seamos Felices ¿Quieres? ||Libro I

62🐣🐱

Ambos se quedaron viendo, sabían que aquel encuentro no fue casualidad fue gracias a su amigo en común quién venía llegando notando la tensión entre ambos chicos.

—Hola Jiminie, me llevaré a Suni al parque —el susodicho solo asintió.

Tae con la misma velocidad en la que había llegado se fue cargando a la pequeña, Yoongi y Jimin lo único que hacían era observarse ¿Qué pasaría por la cabeza de los dos para dejar tal expresión en sus rostros? ¿Era necesario decirlo siquiera? ¿Se extrañaban? Por supuesto que lo hacían pero se lo negaban siempre.

—¿Puedo sentarme aquí cierto Min? —dolía llamarlo así tantos meses llamándolo Yoongi, Yoonie, gatito se habían ido a la mierda con aquél error del mayor.

—Claro, siéntate ya me iba Park.

Ese tono de voz había vuelto, aquél tono que te hiela el cuerpo había vuelto en su gatito pensó que se deshizo por completo de él en esos meses; lo vió levantarse y tomar su saco...

—¡Yoongi! —gritó tan fuerte el menor haciendo que el mayor perdiera el equilibrio—. Necesito que hablemos Yoongi, necesito escuchar aquello que intentaste decir hace dos años.

Yoongi solo tomó a Jimin del brazo arrastrándolo hacía fuera, hizo que se subiera al auto no hubo cruce de palabras, miradas solo un silencio para nada agradable. Se podía notar el nerviosismo de Jimin, ya que este movía sus manos a cada rato.
Llegaron a lo que parecía ser el departamento de Yoongi, el menor entró con un poco de miedo.

—Yoongi... Yo...

—Park Jimin quiero que escuches atentamente lo que te diré —el menor solo asintió—. Jimin, tengo una vida nueva tú también la tienes. Yo intenté hablar contigo varias veces pero ¿Qué hacías? Cortarme cada maldita llamada ¿Mensajes? Siempre los dejabas en visto. Me cansé de todo eso Jimin, diablos realmente me cansé. Acaso sabes las veces que te busqué, Jimin no quiero arruinar tu vida no quiero que arruines la mía. Tienes una hija y yo tengo un prometida... Lo que quieres no funcionará.

Escuchó atentamente cada palabra de él, sabía que tenía razón pero su corazón no quería admitirlo no quería perder al hombre que amó con locura quién en este momento secaba sus lágrimas traicioneras.
Él no quería dañarlo, claro que no pero en su posición cualquiera habría hecho lo mismo; el menor aún estaba acurrucado en su pecho ocultando su rostro cubierto de lágrimas. Si él solo le decía que aquella niña también era su hija tal vez podían volver a lo de antes pero su miedo al rechazo era mayor a aquel sentimiento.

—Jimin, deja de llorar —era consciente de aquel tono de voz, tan cálido y tan familiar recordar todo su historia lo hizo derramar más lágrimas—. Si no te calmas me veré obligado a besarte para ahogar esos grititos que estás dando.

El menor sonrió en su pecho creyendo que lo decía en broma, lo que sucedió después no lo esperó Yoongi levantó su rostro y secó las pequeñas lágrimas que aún se encontraban en el. El mayor pasó suavemente sus dedos por las mejillas del menor para luego besarlo suavemente. Todo grito quedó ahogado en ese simple pero cálido beso que le dió.

—Te lo advertí —susurró mientras juntaba sus frentes.

El silencio se hizo presente pero esta vez era un silencio familiar, uno que no habían tenido hace tiempo en donde no había lugar para las palabras sus miradas demostraban todas aquellas palabras sin decir.
Pareciera que aquel momento no acabaría nunca pero no todo es perfecto, el celular del mayor sonó haciendo que ambos reaccionaran. Se separaron avergonzados, Yoongi tomó su celular para contestar el mensaje.