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La luna iluminaba las aguas por las que el gran navío surcaba en plena calma, siendo el único sonido el oleaje golpear la madera. La costa no se visualizaba en el horizonte y el joven alfa pirata guiaba al pequeño grupo hacia su destino.

Hacía horas atrás que los navíos de la guardia los dejaron de seguir, sin embargo, debían de tratar con los problemas que los sucesos de aquella noche acontecerían y el ejemplo más presente era tratar las heridas del omega azabache.

HoSeok permanecía sentado en una silla junto a la cama donde descansaba su amigo, observándolo vendado y medio curado con lo que habían encontrado en el barco; TaeHyung vigilaba y manejaba el timón.

Sus dedos se entrelazaban con suavidad con los negros cabellos del menor, analizando su amoratado rostro conforme resistía a las fervientes ganas de volver al puerto y devolverle la paliza a ese desgraciado proxeneta. Realmente sentía lastima, mucha, por su amigo. A veces incluso se preguntaba cuán fuerte debía de ser como para no haberse quitado la vida aún, después de todas las penurias por las que pasó y le confió a la hora de contarlo.

Bajó entonces la mirada al vientre del menor, recordando la época en que una vez vio este ligeramente abultado y los días de consuelo, y apoyo, que le dedicó a JungKook cuando lloraba. Realmente no lo había tenido fácil y una muestra de ello fueron las veces en las que le agradeció cuando, por lógica, no dudó en permanecer a su lado y ayudarlo en lo que fue su embarazo cuando era tan joven.

La puerta de abrió de repente, haciendo que girara a ver al castaño que permanecía en el marco de la puerta mientras miraba a ambos amigos.

—¿Vas a descansar? —Preguntó el pelirrojo.

—No, tan solo pasé a ver cómo iba. —Su vista se fijó en el dormido omega. —Mientras que la dirección del viento no cambie, no habrá problema en que yo esté aquí. —El contrario asintió, volviendo la vista hacia JungKook. —¿Cómo se encuentra?

—Todavía no ha despertado. Intenté curarle como pude, pero debería verle algún médico.

—Burcaremos uno en cuanto arribemos en un lugar seguro.

—¿Crees que le tratarán? —Preguntó, suponiendo que por el hecho de ir con un pirata y ser buscados por la ley lo tendrían difícil.

—Mientras les pagues... —Alzó sus hombros, acercándose al par hasta tomar asiento en la orilla de la cama.

Un corto silencio se había formado entre los presentes, pero al ver cómo TaeHyung no apartaba la mirada del azabache, a HoSeok le rondaron las mismas preguntas sin respuesta que desde hace un tiempo llevaban rondando por su cabeza.

—¿Por qué viniste justo cuando nos estaban llevando? —El alfa alzó la mirada.

—Había escuchado algo desde la ventana, aunque también tenía un mal presentimiento.

—¿Cómo que un mal presentimiento?

—No lo sé, de un momento a otro... comencé a sentirme extraño, como si algo andara mal. —Llevó una mano a la altura de su corazón. —Lo extraño es que notaba como una leve presión aquí, nunca antes me había sucedido algo y cuando llegué al burdel, salté a nuestra defensa.

El beta escuchó con atención, analizando sus palabras mientras permanecía con la mirada sobre él.

—¿Y por qué nos defendiste? Pudiste haber huido en lugar de buscar más problemas.

—Aunque no lo parezca, no soy ese tipo de persona, además, no podía huir sin más teniendo a mi alfa de por medio. —HoSeok abrió sus ojos.

—¿Cómo que a tu alfa de por medio?

Claro de Mar [Taekook - Omegaverse]Where stories live. Discover now