Capitulo III - Bruno

23 4 0
                                    

-Thiago-

Después de salir del cine no fui al cuartel con los chicos. Sino que fui directamente a nuestro apartamento que teníamos como cuartada civil aquí en New York.

El apartamento quedaba en unos de los edificios más conocidos en New York City, quedaba en el piso 6 apartamento 12. Consistía en una sala principal amplia con mesas de cristales y retratos familiares, muebles color blancos, con una hermosa vista que se mantenía detrás del cristal gigante que había enfrente. La cocina con una gran isla, electrodomésticos de última generación, comedores de diez asientos, una sala de Start con Playtations, sofá-cama, mini nevera y un gran televisor. Las paredes de la casa eran rojas, blancos y grises debido a que Anna, Grace y Emma fueron las que se encargaron de remodelar el apartamento. De resto eran lavanderías, baños de invitados, cuartos de invitados, etcétera...

En la parte de arriba estaba mi habitación, las habitaciones en la que se quedaban los chicos, otra sala de Start y otras cosas.

Sí, es muy grande. Grace no estaba muy de acuerdo con que viviéramos aquí, pero al final termino aceptando.

Se preguntarán "¿Por qué, si quieren pasar desapercibidos, tienen un apartamento tan grande y caro?" porque, ahora, después de mucho tiempo, por fin podemos usar nuestros verdaderos nombres, ya que nunca los hemos usado y una de las "Compañías de Electrodomésticos" de mi padre está aquí en New York, que en realidad es una manta para cubrir que es el dueño de las instalaciones de narcotraficantica más grande en todo el mundo. Así que usamos las mantas de nuestros padres para usar nuestras verdaderas identidades.

Cuando entro lo primero que me recibe es el gigante perro de Grace. Se estampa contra mí y caigo a bruces al suelo. Empezó a lamerme toda la cara mientras movía su larga y peluda cola de un lado a otro.

–– Bruno –– reprendí al Rottweiler ––. Quieto –– dije y el obedeció.

Grace había entrenado a Bruno cuando lo encontró abandonado en Australia hace como un año. Bruno era una mescla de Chow Chow, Pastor Alemán y Rottweiler por lo que es alto y súper peludo, pero con la pinta de un Rottweiler.

Al levantarme completamente me fije en que Bruno tenía una cortada en su oreja con sangre un poco seca y rápidamente entre completamente al apartamento para ver que en la sala principal una de las mesas de cristal estaba vuelta trisas en el suelo de madera. Me acerque y agarre el retrato de nosotros cuando teníamos quince y dieciséis años y estábamos en los dulces dieciséis de Emma. Nos veíamos felices y jóvenes.

La tomé con nostalgia y vi que tenía el vidrio roto. Fui a la cocina y la apoyé en la isla. Camine hasta el estante donde teníamos las llaves de todos los autos que poseíamos y tome las llaves del Cherokee de este año, ósea 2019, para llevar a Bruno al veterinario.

–– Vamos al veterinario, Bruno –– anuncie mientras subía para la habitación de Grace para buscar su correa.

Bruno empezó a ladrar a la nada ya que el odia el veterinario. Al salir escuche los ladridos de Lucy la Golden Retriever de Emma antes de verla salir de la habitación de Emma.

¿Por qué mierda le tienen que enseñar a abrir la puerta?

Solo falta que salga Perry la Chihuahua de Anna para que mi día valla mejor. Nótese el sarcasmo.

Me lamente antes de ver a Perry salir la puertita canina de la habitación de Anna.

¿Por qué? ¿Por qué Dios? ¿No pudiste esperar que llegara Cooper o Jason? Que porquería de día.

...

Caminaba por el estacionamiento Veterinario de Dr. Hood con dos enormes animales que me halaban y otro que no podía ni con su vida.

The Scammer's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora