Capitulo IV - Bonita Letra

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–Jason–

El sonido de mi puerta abrirse hiso que saliera del espacio oscuro en el que estuve toda la noche, pero de igual modo no abro los ojos.

La flojera domina. Ya entiendo a las chicas.

Mi cama se hunde a mi lado y lo único que hago es poner mi brazo encima de mi cara, ya que la luz que sale del pasillo golpea justamente en mis ojos.

Esa persona, la que está invadiendo MI habitación, me mueve ligeramente repitiendo "Jason" una y otra vez, pero el sueño no me deja reconocer la voz.

–– Déjenme dormir, demonios –– digo malhumorado dando la espalda.

–– Jason –– dijo esa voz que desconozco por lo que me alerte y me levante como un rayo y me coloque a la defensiva.

A mi lado vi a una hermosa rubia, de cuerpo envidiable. Pero lo que me llamaba más la atención era su gran busto... digo, el hecho de que no la conociera...

Miré hacia todos lados y me di de cuenta que estaba en el hotel en el que traigo a mis... aventuras de una noche.

Yo estaba en ropa interior, ya que toda mi ropa ya hacia esparcida por toda la habitación al igual que ella que solo vestía su ropa interior y una bata del hotel.

–– Te traje el desayuno –– dijo entregándome un pan con jamón.

–– Es muy amable de tu parte... –– puse un suspenso porque la verdad es que no tengo ni la más mínima idea de cómo se llama.

–– Kathe. Me llamo Kathe, imbécil –– dijo con furia en su voz y sus ojos se cristalizaron. Se levantó y empezó a vestirse.

–– Lo siento mucho, Kathe, de verdad...

–– No lamentas nada, imbécil –– gritó ––. Es la segunda vez que te acuestas conmigo y no te acuerdas ni de mi maldito nombre –– su enojo era mucho ––. No debí engañar a Nick con un idiota como tu –– murmuro entre dientes.

¿Kathe? Aaaaah. Ella es la mesera de nuestra discoteca favorita aquí en New York.

Pero, enserio, no recuerdo nada.

–– Kathe, lo siento, pero soy un hombre de una noche, no me van las relaciones serias. –– dije serio.

Ella respiro un par de veces antes de acercarse amenazadoramente.

–– No soy una persona rencorosa, Jason, pero mi furia esta por las nubes, así que por favor calla tu maldita boca y no me digas estupideces de que eres hombre de una noche. ¿Por qué? Porque un día vas a quedar enamorado y esa estupidez que tienes como dicho te vas a meter por el culo, ya que te darás cuenta de lo estúpida que es, enserio. Lo digo enserio –– y dejándome con la palabra en la boca se fue de la habitación.

Ese sermón me recordó a Grace, me recordó lo directas que pueden llegar a ser las mujeres.

¿Por qué la mujeres tienen que ser tan dramáticas? Jamás lo sabremos, hombre.

Mirando por unos momentos más la puerta reflexione.

¿Sera que algún día me llegaré a enamorar de verdad? Claro que he tenido esos pequeños enamoramientos, pero jamás me he sentido con la necesidad de presumir a alguien. Mirarla y sentir que sus ojos son la cosa más preciosa en el mundo, que su olor sea la adicción de mi calma, que su cara sea la poesía de un mar de corazones, su sonrisa el oxígeno de mi alma, o su personalidad la alegría de mi realidad. Jamás he sentido Amor, jamás he sentido un amor que no sea de amistoso, familiar, fraternal. Jamás he sentido el apretón en el pecho cuando vez su sonrisa, el dolor si se lastimo, las ganas de llorar cuando expresa todo lo que siente con una voz melodiosa para los oídos de un enamorado, jamás. Jamás me he enamorado.

The Scammer's Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon