Draco y tu (Prólogo)

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NARRACIÓN   

   Mi nombre es _______ Kowalski, sí, soy bisnieta de Jacob y Queenie, de ella heredé la habilidad de la legeremancia, o capacidad de leer la mente. Terminé mi cuarto año en la escuela Ilvermony... la escuela en la que estudio... o estudiaba... les cuento:

   Hace unos días mis padres me dieron una noticia, que yo consideré terrible... iríamos a vivir a Londres y por lo tanto continuaría mis estudios en Hogwarts... ¡Vaya suerte la mía! Pensé. Ya nos encontrábamos en las vacaciones cuando me lo dijeron por lo que ni siquiera tuve tiempo de despedirme de mis amigos, simplemente les envié una carta con mi lechuza, algunos de ellos me respondieron, principalmente mi mejor amiga, quien me envió una carta de cinco páginas y aquel chico con el que estaba empezando a sentir algo, pero que probablemente ya no lo volvería a ver, y algunos más.

   Guardé todas las cartas en un cofre y me lo llevé conmigo, como un gran tesoro.

   Por otro lado me enteré de que viviríamos en un barrio que compartiríamos tanto con magos como con no-maj o muggles como les llamaban en Londres.

   Mi padre quien era empleado de la macusa, había sido trasladado a el ministerio de Londres y por eso era su mudanza.

*Días después*

   La casa que habían comprado mis padres ¿o el ministerio? O como fuera... la casa en la que viviríamos, era realmente grande, una verdadera mansión, con más habitaciones de las que necesitábamos, incluso contaba con tres pisos y todo un plantel de elfos a nuestro servicio.

   Unos días después de nuestra llegada debería comprar todo lo necesario para Hogwarts, justo a tiempo para llegar sin problemas al comienzo de clases.

   Nunca imaginé la vergüenza que pasaría aquel día; allí estaba yo, en el comercio donde vendían los uniforme... sí, todos quienes me rodeaban eran estudiantes de primero... algunos me miraban confundidos, otros, por suerte, parecían no darse cuenta de que estaba allí.

   Estuve muy agradecida cuando vi que un grupo de aproximadamente mi edad entraba al lugar, cuando ya se encontraban tomando mis medidas.

*Tranquilo Ron... yo te compro tu túnica –decía el chico de los lentes redondos.

*Pero... -quiso decir el otro chico, mientras pasaba una mano por su cabello pelirrojo.

*Ya nada... cállate –volvió a decir el otro-. Señora necesitamos túnicas nuevas... al parecer crecimos –agregó riendo, mientras la funcionaria de la tienda se dirigía a ellos.

   Junto a ellos había una chica de la cuál rápidamente llamé la atención.

*Hola... -me saludó-. ¿Vas a Hogwarts? No recuerdo haberte visto antes –agregó extrañada.*Sí... es decir... lo iré... vengo de Ilvermony –aclaré.*Oh, entiendo... Soy Hermione, Hermione Granger –dijo extendiendo su mano.*_______, _______ Kowalski –respondí aceptándola.


   Me había propuesto no leerle la mente a nadie aquel día, pero no lo pude evitar, aquella chica realmente sentía curiosidad por mí, quería hablar y saberlo todo pero no sabía como comenzar sin ¿asustarme? Por lo que decidí comenzar la conversación... de todos modos necesitaría nuevas amistades.


*¿De qué clase son? –pregunté.*Iremos a quinto –respondió alegremente-. ¿Tú?*¡También yo! Iremos juntas –respondí sonriendo sinceramente-. ¿De qué casa son?*Gryffindor –respondió devolviendo la sonrisa-. ¿Sabes a cuál irás?*Sinceramente no tengo ni idea –respondí y ambas reímos juntas.


   Al salir de la tienda ya tenía tres nuevos amigos, tres Gryffindors, Hermione, Ron y Harry, todos irían a mi clase ¡Mejor aún! Pensé, espero estar en su casa.   También pude notar que mis tres nuevos compañeros pensaban lo mismo, pero me esforcé por no leer sus mentes, aveces eso se me salía de control.

   Fuera de la misma me encontré con mi madre por lo que me despedí de aquel trío, esperando que aquello fuera el comienzo de una amistad real y verdadera.

   Momentos después conocí a alguien más; un chico alto y rubio, demasiado rubio, lo encontraste comprando sus libros y le pediste ayuda para tomar los tuyos ya oíste casualmente que iría a quinto.   De mala gana te ayudó... o algo así...


*¿Llevarás todos los libros? –preguntó muy cerio.*Sí –respondí secamente. Bien... -luego se giró al vendedor-. Dos tomos de cada uno... –dijo a quien le estaba atendiendo-. Ahí los tienes -dijo finalmente.*Gracias –dije sonriendo, sonrisa que no me devolvió-. Nos veremos en Hogwarts supongo –agregué extendiendo la mano-. _______.*Claro –dijo finalmente aceptándola-. Draco.*Por cierto ¿de qué casa eres? –pregunté aún dándole la mano.*Slytherin –respondió soltando mi mano y saliendo de la tienda.


   Tras esto descubrí que finalmente pude controlar mi don, ya que en ningún momento supe lo que pensaba.

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