Capítulo 2-El infierno en la tierra.

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LUNES EN EL INSTITUTO.

Voy caminando tranquila para clase cuando oigo risas detrás de mí, pero no me doy la vuelta hasta que alguien me agarra por detrás y dice:

-Hola ballena, ni siquiera sé como cabes por la puerta del insti. Y más risas

Ya decía yo que era demasiada suerte que no me dijeran nada. Mi último pensamiento antes de que me quiten la mochila y me caigan al suelo es: bienvenida al infierno.

-Hola p***. ¿Se está bien en el suelo? A mí me parece que estas muy bien. No deberían dejar que la basura anduviese por a ¿no crees?

La que habla es Rosa es la popular del instituto y la que empezó con los insultos. No es mala es lo siguiente ella es una de las razones por las que no quiero vivir, me hace la vida imposible.

-Ya te has pensado en matar, la verdad era lo que tenían que haber hecho tus padres cuando naciste. No tenían que abandonar no, te tenían que haber matado, por lo menos no dabas problemas ni molestabas a las personas.

El acaba de hablar es Robert es de Inglaterra y solo está aquí a tres semanas que es cuando empezó el instituto pero ya se acostumbró a insultarme.

Ellos se siguen riendo pero yo tengo que irme no puedo permitirme llegar tarde a clase otra vez. Me levanto como puedo e intento irme pero me empujan y me tuerzo el pie para después volver a caer al suelo.

Cuando de repente oigo mi salvación Juan:

-¡he! Dejarla en paz y meteros con alguien de vuestro tamaño o por lo menos de vuestra edad.

Por si no os lo he dicho soy la más pequeña de mi curso y los que siempre me pegan e insultan son mayores que yo. No es que sea baja pero ellos son muy altos, yo me considero de mediana estatura creo que estoy bien para mi edad pero ellos son altísimos.

Al oír a Juan salen corriendo, no es que sea de su edad y tampoco es que el sea su amigo ni nada del estilo lo que pasa es que solo de mirarlo da miedo, para solo tener quince años es muy alto, tiene mucho músculo y tiene siete tatuajes, todos hechos por mí. Sí, por si no os lo había dicho mis hermanos tienen una tienda donde hacen tatuajes y yo les ayudo, yo suelo hacer los dibujos y ellos lo hacen sobre la piel, pero ya que Juan es mi amigo me dejaron hacérselos.

-¿Estás bien? Me pregunta Juan

-Depende de tu denominación de bien.

- Venga te lo digo de otra forma. ¿Te han hecho daño?

- Depende, ¿dices física o emocionalmente?

-¿Sabías que tú me enfadas el doble de rápido que otra persona cualquier? No pero ahora enserio, ¿estás bien?

-Claro como mínimo me saldrán unos quinientos moratones y como máximo me habrán torcido el píe.

-¿Qué? Déjame ver tu pie.

-No, ayúdame a ponerme de píe y ha llegar a clase que tengo que no puedo tener más retrasos.

-Vale, pero después nos vamos a quejar a jefatura ¿vale?

-No iré, sabes perfectamente que allí no hacen nada, solo me conseguiría más problemas.

-Vale, venga que te acompaño a clase, no querrás llegar tarde.

Estamos andando a mi clase cuando oigo a alguien gritando mi nombre es Lucía mi mejor amiga.

-Holiiiiiiiiiii chiquis. ¿Cómo estáis?

-Pues podríamos estar mejor, a Sofía le....

-Estamos perfectos. Le interrumpo.

Sé que Lucía es mi mejor amiga pero no piensa las cosas. Ella era capaz de a tirarse a Rosa e intentar arrancarle el pelo y solo le traería más problemas. Ya tiene un parte por una vez que me defendió y le pegó un puñetazo a Aitor otro muchacho que me pega; y aunque él se la devolvió la única que se llevo parte fue Lucía. Enserio la vida es injusta.

Juan al entender porque le he interrumpido no dice nada más y solo nos acompaña a clase y se va a la suya. Mi clase en tercero B y Juan va a tercero D.

Y entre clases, materias, e insultos se pasan las tres primeras horas en las cuales tenía historia, y tecnología. Al pasar el tiempo me duele todavía más el pie, pero no puedo hacer nada.

Por fin toca el timbre para salir al primer recreo que lo tenemos a las once y cuarto hasta la once y media solo tenemos quince minutos para comer y todo eso. Lucía y yo nos quedamos en clase esperando a Juan y ellos meriendan no sin antes regañarme por no querer comer el bizcocho, pero no se quejan mucho ya que a ellos les encanta y se lo he dado para que se lo coman entre los dos.

Después de comer toca otra vez el timbre y ahora solo tenemos dos clases: química y matemáticas. Me encanta química el maestro es muy bueno y es el único que riñe a los que se meten conmigo porque aunque el grupo de Rosa está en otra clase ya que es un año mayor, en mi clase casi todo el mundo se mete conmigo. Es horrible.

Pasadas las dos clases toca otra vez el timbre para el segundo recreo, en el cuál es la hora de comer. Y tenemos media hora.

Esa media hora simples mente desaparezco y me encierro en los baños del cuarto piso ya que nadie va allí porque está todo destrozado. Me encierro para que no vea la comida y no me entre hambre este es mi record tres días enteros sin comer, claro bebiendo mucha agua, pero nada más. La verdad es que me canso más rápido, me duele todo el cuerpo en especial el estomago y la cabeza, pero no pasa nada, si adelgazo seré más guapa y no me podrán decir nada.

Pasada la media hora voy otra vez para clase a soportar las últimas dos horas de clase son solo cuarenta y cinco minutos cada clase pero son las peores ya que todo el mundo hasta enfadado y lo descargan conmigo. Salimos a las cuatro de la tarde.

Pero ya estoy acostumbrada. Voy a clase de Lengua y después a la de plásticas. Cada vez me duele más el pie cuando llegue a casa me tomaré algo porque aunque mis médicos son mis hermanos, le tengo miedo a los médicos, solo fui tratada por un médico que no fue mis hermanos y mi experiencia fue tan mala que cuando estoy mala y mis hermanos me tienen que revisar tienen que llamar a sus amigos para que me agarren y eso que me dan un calmante pero no soy capaz siempre que los utensilios usuales de los médicos me entra terror.

Pasadas las dos horas toca el timbre de salida, me quedo de las últimas en salir junto con Lucía y Juan que me esperan para que no tenga que salir sola. Hago esto para que no me puedan hacer nada a la salida. Salgo y veo el coche de mi hermano Rodrigo dejo mi mochila en el maletero y me subo detrás junto a los amigos de mis hermanos. Ellos pasan siempre la tarde con nosotros.

Lo primero que me dice Claudio, el mejor amigo de mi hermano, una vez entrada en el coche, con el cinturón y el coche ya andando camino a mi casa es:

-¿Qué te ha pasado en el píe?

Con solo decir eso ya tengo a todos mirándome con cara preocupada.

-Nada, no me pasa nada en el píe.

-No me mientas, he visto que venías cojeando.

Le digo todos los insultos que me vienen a la mente. ¿Por qué se tenía que dar cuenta? No tengo suerte ninguna.

Hola chic@s. Espero que os este gustando la historia, solo subiré más un capitulo, ya que nadie dice si le gusta o no, así que seguramente no o guste pero tenéis vergüenza de decirlo, así que si comentáis que os parece la historia seguiré escribiendo si no... pues paro.

Quiero mucho seguir con esto pero si a nadie le gusta pararé.

Bueno ya sabéis lo que tenéis que hacer comentar, votar, si tenéis alguna duda preguntarme y si estás leyendo esto y me sigues, sígueme.

Bueno os quiero mucho y si no os esta gustando la historia lo siento mucho estoy haciendo lo mejor.

Un beso del tamaño el mundo.

Me siento sola.Where stories live. Discover now