Estrellas

169 11 10
                                    


Remy estaba petrificado por lo que veía, su respiración agitada y una angustiosa sensación en su entrepierna que le indicaba que alguien estaba feliz de ver a Timmy desnudo.

- yo...yo- el Rubio no encontraba excusa alguna. Timmy también salió del leve shock y con la mano extendida le dijo a Remy.

- ¿vas a quedarte allí o me darás mi ropa?, no quiero pescar un resfriado.- Remy salto a la realidad y se dijo a sí mismo" no hay problema, esto no es diferente a las duchas del colegio".

- claro.- las manos de Remy temblaban como si fuera algún tipo de gelatina, trato con fuerza que Timmy no notará sus impuras intenciones.

- bien, sólo quería decirte que la cena esta lista... Yo te esperó en la mesa- casi todo lo dijo atropelladamente y salió del cuarto del baño tan rápido como pudo.

- Timmy miro la ropa que le entregó y sacó una pequeña sonrisa- el idiota se había olvidado de los pantalones.

Mientras tanto juanissimo Magnífico estaba en una apasionante batalla con el pequeño horno eléctrico donde estaba la pizza, la maldita máquina no parecía estar tan caliente como para hacer la cena rápido.

- ¡tu, horrible creación del mal! - magnífico levanto su varita molesto para poder acelerar el proceso cuando apareció Remy con un gesto frustrado.

- ¡juanissimo ni se te ocurra hacerlo!, ya es suficiente que por hacer sopa la semana pasada quemarás la cocina.

- no es mi culpa que estos aparatos sean tan complicados.

- ¿complicados?, era sólo una olla con agua, ¡¿que complicado debe ser eso?!.

El hado morado se acercó a su ahijado y lo abrazo por los hombros.

- mi querido y no tan sensual como yo Remy, un día aprenderás que en la vida sólo hay dos tipos de seres. Los ardientes y apasionados de sangre caliente y los insulsos sangre fría... Y créeme que esos aparatos son de sangre fría.

- juanissimo las ollas y hornos eléctricos no están vivos.

- ¡no mientas Remy!, que el otro día la tostadora se calentó al verme.

- juanissimo estoy empezando a dudar de tu capacidad mental.

Mientras estos dos discutían Timmy baja las escaleras al primer piso hasta llegar a la cocina donde estaban los otros dos, lamentablemente cuando Remy le dejo su ropa temporal no había incluido pantalones y tuvo que conformarse con una camiseta blanca y un bóxer que estaba en un paquete nuevo, como en aquel lugar sólo habría chicos decidió que no debía tener vergüenza de caminar así por el lugar, cuando llegara Wanda simplemente le pediría unos pantalones.

Fue una terrible idea.

- ¿ya está la cena?- Timmy camino con toda la tranquilidad del mundo al comedor. Remy salió de la cocina con la pizza en su punto, por lo menos la pizza no se quemó como lo había hecho la sopa y el guiso de la semana pasada.

El Rubio realmente estaba tratando de mostrarle a Timmy una buena imagen y que ya no era el bobalicón que solía molestarle, incluso ayer había usado solito la lavadora...aunque no funciono tan bien.

- Timmy, ¿tus pantalones?- su respiración de corto repentinamente al pasar a la mesa.

- lo mismo me pregunto, no me dejaste ninguno... Pero qué más da, Somos chicos.

- cierto, chicos.- juanissimo como toda una madre chismosa y metiche veía el espectáculo desde su escondite en la cocina, que memorable sería ver como su ahijado caminaba robótica mente hacia el castaño y trataba de conquistarlo, le tenía que pasar el chisme a los mágicos en la siguiente reunión, cupido lo felicitaría.

Comienza el romanceWhere stories live. Discover now