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– ¡Renjun! – Grité cuando vi a mi cuñado llegar, sonriéndole ampliamente y agitando mi mano en forma de saludo

– Hola Jungwoo hyung – Dijo, sentándose a mi lado – Y sí, antes de que me preguntes Lucas sí vendrá a recogerme – Dijo, rodando los ojos pero poniendo una sonrisa después

– Me alegra, hace mucho que no lo veo – Contesté haciendo un puchero al recordar los días sin él

– Hyung, se vieron hace tres días cuando fuiste a mi casa – Contestó, mirándome cansado

– ¡Es mucho tiempo! Un día sin ver a mi novio es mucho, ahora si son tres ¡una eternidad! – Exclamé

– Hyung, Lucas no es tu novio – Contestó cansado, mirándome reprobatoriamente

– Lo es, aún no lo acepta, pero lo es – Dije firme

Esa era la historia de los últimos seis años.

Desde que Lucas me salvó de Taeyong y Daniel me volví cercano a Renjun para que a su vez me volviera cercano a Lucas, cosa que funcionó, pero no del todo como me gustaría. Era muy mayor que yo, por lo que negaba mis muestras de afecto y mis chistes de noviazgo, jamás me trató mal, pero sí sentía feo cuando me repetía que entre él y yo no habría nada, que me veía más como un hermano que cualquier cosa.

Pero no me iba a rendir, estaba dispuesto a ganarme el corazón de ese chico tan hermoso como por dentro como por fuera, no me voy a detener hasta lograr que sea mi esposo.

– Hyung, mejor tu acepta que él no te hará caso, llevas años intentando y nada, sería mejor que te rindieras ya en vez de seguirte haciendo daño – Sabía que Renjun no me decía todo esto para hacerme sentir mal, al contrario, él quería mi bien, por eso me lo pedía, pero yo ya estaba lo suficientemente grande como para saber las consecuencias de mis actos

– Junnie, sabes que no lo haré, no hasta que él se case conmigo...o hasta que se case, no me gustan las infidelidades – Dije haciendo una mueca

– No tienes remedio Jungwoo – Dijo suspirando y negando

– Estoy enamorado, qué esperabas – Le dije simple, alzandome de hombros y sonriendole

Después de esa charla cambiamos de tema, hablando de cualquier tontería que se nos viniera a la mente. Así pasó el día en la escuela, aburrido por las clases y divertido por mis amigos, eran unos tontos pero me hacían reír.

Cuando llegó la hora de la salida acompañé a Renjun a la puerta para esperar a que llegara su hermano. Estaba nervioso, la presencia de Lucas siempre provocaba eso en mi, pero me gustaba, cuando lo veía mi corazón latía rápido y mi estomago se sentía alegre también, provocándome sentir esas mariposas de las que todos hablan y de las que parece haber un criadero dentro de mí.

Lucas siempre es tan lindo, no cambió nada en estos años, solo comenzó a tomarse sus medidas conmigo para no ilusionarme, pero siempre siguió siendo atento, alegre y preocupado por mi, siendo suficiente para que yo mismo me elevara hasta el cielo en mi propia nube.

– ¡Ya llegó! – Dije feliz cuando noté el auto de sus padres siendo manejado por Lucas estacionarse frente a nosotros, para después de eso ver cómo el conductor bajaba de este

Sonreí ampliamente al verlo entero, siempre tan apuesto con todo lo que usaba. Suspire cuando me dirigió la mirada y me sonrió levemente.

– Hola chi...

– ¡Hola Lucas! – Exclamé y me abracé a su cintura fuertemente, recargando mi cabeza en su pecho unos segundos para después dejar un beso en su mejilla, logrando mi cometido de todos los días: que se sonrojara y que su corazón se acelerara

Casate Conmigo | Luwoo Where stories live. Discover now