Casate Conmigo | Luwoo

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Cada uno dijo lo que tenía que decir y el orgasmo llegó, poniendo el anillo en su dedo justo cuando eso ocurrió, entrelazando nuestras manos despues. La espalda de mi niño se encorvó, soltando un gemido enorme que seguramente causaría estragos en su garganta. Sentí el líquido caliente de su semen manchar mi abdomen a chorros, durando unos segundos. Yo por mi parte me corrí en su interior, siguiendo aún con las embestidas hasta que sentí que toda mi semilla se había vaciado dentro de él. Me detuve y bajé sus piernas de mis hombros, con cuidado, poniéndolas a mis costados relajadas. Recargue mi frente en su frente, respirando agitadamente, demasiado, como si hubiéramos corrido durante varios minutos.

Tenía los ojos cerrados, tratando de calmar mi respiración y dejando que él también lo hiciera. Cuando creí que estábamos mejor regulados abrí mis ojos y vi a mi niño, el cual todavía tenía los ojos cerrados. Sus labios estaban rojos e hinchados, mucho, esperaba que no le salieran moretes o su padre me mataría. Sus mejillas estaban sonrojadas y su frente sudada. Todo nuestro cuerpo estaba sudado pero no era como si le pusiera atención a ese detalle.

Jungwoo abrió los ojos lentamente, cansado. Yo quité la mano que estaba entrelazada con la suya y arreglé su cabello, los mechones que estaban en su frente pegados los peine, al igual que sus patillas, poniendo sus cabellos detrás de sus orejas. Besé su frente, sus sienes, su nariz, sus mejillas, su barbilla y sus ojos, dejando varios besos delicados en estos, notando que comenzaban a mojarse. Extrañado, me alejé para ver el rostro de Jungwoo y noté que había comenzado a llorar. Me alarme, mi corazón se oprimió a una velocidad increíble y el miedo me inundó.

– Cariño, ¿porqué lloras? ¿Te lastimé mucho? ¿Algo te duele? ¿Hice algo que no te gustó? – Le pregunté pero él negó varias veces, llorando más – ¿Entonces?

– Sí Xuxi – Me dijo, aún llorando y soltando sollozos

– ¿Sí qué amor? ¿Sí te lastimé? – Preocupado le repetí, pero volvió a negar

– Sí me quiero casar contigo – Respondió, llorando más y haciendo que la adrenalina recorriera mi cuerpo

Había olvidado eso por unos momentos al verlo comenzar a llorar. Sonreí grandemente y besé varias veces su rostro, entero, deteniendome más en sus mejillas y en sus ojos. Luego lo abracé como pude y hundí mi cabeza en su cuello, besándolo al igual que parte de su nuca.

– Te amo, te amo mucho Jungwoo, no sabes cuanto, te amo precioso, te amo, te amo – Le repetí, me sentía feliz, enormemente feliz, seríamos esposos en algún momento y eso me causaba muchísima ilusión

– También te amo Xuxi, mucho – Respondió, abrazando mi espalda y también hundiendo su cara en mi cuello, donde dejó fluir sus sollozos

Lo dejé así unos segundos, acariciando sus costados y besando su cuello y nuca, susurrándole cuanto lo amaba y otras cosas bonitas. Después me alejé y lo miré a los ojos.

– Te amo cielo – Le dije, besando sus labios tiernamente, transmitiéndole la mayor parte del amor que sentía por él, exacto, gran parte, porque ni haciéndole el amor todos los días podría demostrarle cuanto lo amo, es demasiado que ni siquiera se puede imaginar

– Te amo Xuxi – Dijo cuando dejamos el beso, mirándome con una sonrisa y sus ojitos hinchados y rojitos al igual que su naricita, la cual besé

Estuvimos dándonos mimos por unos minutos, besando nuestros pechos, acariciandonos delicadamente y diciéndonos cuanto nos amábamos a cada momento. Cuando mi niño comenzó a parpadear lentamente decidí salir de él para ir por las toallas que habíamos dejado húmedas en el lavabo para limpiarnos.

Salí de él lentamente, sacándole un gemidito. Le di un beso y me levanté de la cama, dirigiéndome al baño con las piernas un tanto temblorosas, seguía estando delicado. Tomé las toallas y regresé con mi prometido para comenzar a limpiarlo.