ALWAYS

680 97 15
                                    

Hay situaciones en la vida donde parece que hasta la madre naturaleza esta en tu contra y esta era una de esas ocasiones, mi querido esposo estaba allí, arrodillado en la tierra húmeda, sus puños apretados sobre aquella superficie dura de cemento, llorando sin poder contenerse mientras llovía con una intensidad impresionante, pero lo peor de todo eso era, que yo no podía hacer más que observarlo.

- Yoonie, mi amor, no sigas llorando por favor

No tenía caso, estaba dolido, su corazón estaba roto y el mio igual, porque ver al hombre que amo llorar de esa manera solo me destrozaba. Apreté mi pecho con mi mano derecha, tratando de que dolor de verlo así se apaciguara, pero era imposible y sin darme cuenta, las lágrimas también comenzaron a caer por mi mejillas, dejándome llevar por el dolor de mi amado.

***

Ya había pasado un mes desde ese triste día, mi Yoongi aun estaba deprimido, incluso sus amigos venían seguido a verlo, trataban de animarlo con chistes, bromas y salidas a lugares más alegres, no porque nuestra casa fuera deprimente, bueno, desde este último mes si se ve bastante deprimente, la verdad.

- Yoonie, levantate ya - Caminé hasta la cama, sentándome en un extremo para observarlo - ¿Que tal un desayuno rico, amor? Hobi fue muy tierno y te trajo tus frutas favoritas, están en la nevera y se ven increíbles ¿No te gustaría comerlas con un poco de yogurt?

Lo observé removerse, abriendo sus hermosos ojos, estaban un poco hinchados pero seguían siendo los más bellos que había visto - Ya es de día - Restregaba sus ojos con sus manos, la visión era simplemente adorable.

- Así es, mi amor - Sonreí al escucharlo - Amo ver tu rostro cuando te despiertas

Suspiró observándome, aun se veía deprimido y eso me destrozaba - Buenos días, Jinnie, te amo tanto, amor - Escucharlo decir eso hizo palpitar mi corazón.

- Y yo te amo más, Yoonie

Medio sonrió antes de levantarse de la cama, se dirigía hasta el baño de nuestra habitación cuando alguien llamó a la puerta, logrando captar nuestra atención, pero siendo mi adorado esposo quien caminara hasta la puerta para ver de quien se trataba, encontrándose con la radiante sonrisa de Hobi.

- Buenos días, Yoongi

- Hola, Hoseok

Me acerqué a ellos, Hobi era una persona muy alegre y siempre daba todo de él para hacer reír a Yoongi, lo cual me hacia feliz, porque este mes estaba siendo muy duro para los dos y siempre era genial tener a alguien con quien contar y Hobi era ese alguien, sin importar donde y cuando, él estaba ahí y yo estaba muy agradecido por eso.

- Bueno, vamos a sentarnos a la sala, no quiero quedarme parado en la puerta - Hoseok sonrió antes de caminar seguido de nosotros hasta la sala, sentándonos los tres en el amplío sofá.

- Es muy temprano para tenerte aquí, Hoseok

- No seas un gruño, Yoongi, solo quiero asegurarme de que estés bien y hayas comido, después de todo, SeokJin Hyung jamás me perdonaría que dejara a su amado Yoonie solo

Cierto, mi amado Yoonie esta aquí solo, porque no importa que yo siga a su lado, él no puede verme ni oírme, porque ese horrible día lluvioso, fue la última vez que él pude verme, porque yo fui muy débil, porque mi cuerpo fue incapaz de resistir un día más, porque no importaba cuanto me esforzara en mejorar, no fui capaz de sobrevivir a ese horrible accidente.

- SeokJin... Todo fui mi culpa

Intenté tomar sus manos sin lograrlo, no podía tocarlo - No fue tu culpa, mi amor - Las lágrimas caían por mi mejillas mientras veía a mi amado llorar en brazos de Hobi y yo sin poder hacer más nada - No... No llores, Yoonie... Por favor

- Lo extraño tanto, Hoseok - Verlo llorar me destrozaba - Quisiera... Quisiera verlo otros vez

- Aquí estoy, mi amor y... Dios, desearía que pudieras verme, Yoonie

***

Otro largo mes ha pasado y Yoongi se ve cada día pero que el anterior, su salud comenzaba a decaer, no importaba que tanto le suplicara que se cuidara, él no podía escucharme, ni siquiera hacia caso a Hobi, que venia cada vez que el tiempo estaba a su favor, así ayudaba y trataba que mi amado comiera, aunque era inútil.

Ahora estaba en cama, agotado, con fiebre e intentando dormir, sus hermosos ojos se cerraron en busca del sueño, su pecho subía y bajaba mientras respiraba con pesadez, se veía tan tranquilo en ese estado, pero me dolía saber cuanto estaba descuidándose y me sentía cada día más impotente por no poder hacer nada más que verlo.

- Ay, mi amor - Acerqué mi mano, tocando sus mejillas aun sabiendo que él no podía sentirme - Me duele tanto verte así, Yoonie

- ¿Jinnie? - Lo vi removerse, como si pudiera sentir mi mano - ¿Bebé? - Sus ojos se abrieron y sonrió.

Estaba sonriéndome, pero eso era imposible, yo ya no era parte de este mundo y en estos meses separados no había podido escucharme o verme, pero ahora, estaba allí, con aquella fiebre alta y una sonrisa en el rostro como si ambos estuviéramos en el mundo mundo, como si siguiéramos juntos.

- Te amo, Jinnie - Aquellas palabras hicieron que mi corazón latiera a millón.

***

Desde aquel día la salud de Yoongi no mejoraba, todo lo contrario, iba de mal a peor y parecía que entre más tiempo pasaba en aquel estado, más podía escuchar mi voz. Lo observaba con una mirada triste en mi rostro, verlo decaer era tan doloroso.

- ¿Porque haces esto, Yoongi?

Abrió los ojos para sonreírme - Porque así puedo oírte, mi amor

Su respiración se volvía irregular, sus ojos no podían mantenerse abiertos más de unos segundos, pero no perdía su sonrisa. Un grupo de doctores y enfermeros entraron a la habitación, rodearon el cuerpo de mi esposo mientras lo examinaban, haciendo todo lo posible para mantenerlo porque su ritmo cardiaco no siguiera bajando.

- Por favor, amor - Las lágrimas corrían por mis mejillas - No hagas esto, tienes que vivir, mi amor

Te vi abrir los ojos, observandome con una sonrisa - Te amo - Susurraste antes de volverlos a cerrar.

- Yo también te amo - Cerré mis ojos, dejando salir las lágrimas cuando unos brazos me rodearon desde atrás - ¿Porque lo hiciste?

- Porque esa vida no significaba nada sin ti

Giré mi cuerpo para encontrarme de frente a él. Su rostro ya no se veía demacrado, su piel tenía un todo brillante y la sonrisa que me dedicaba era la más grande que había tenido desde el día de mi muerte. Acerqué mis labios a los suyos, uniéndolos en un suave besos, estaba feliz de volver a sentírlo junto a mi.

- Eres un idiota, Yoonie - Susurré contra sus labios.

- Tal vez, pero ahora podremos estar siempre juntos, Jinnie

Sonreí antes de unír nuevamente nuestros labios, porque había sido una estupidez, lo sabía, pero ciertamente estaba feliz de tenerlo de nuevo conmigo, porque nuestro tiempo en el mundo terrenal fue corto, pero en esta vida, no habrá fuerza que nos separe.

***

***

Ando sensible, no me toquen T-T

¡¡¡¡¡MALDITO MADURO!!!!!

Drabbles  *SIN*  *YoonJin*  *SuJin*Where stories live. Discover now