Capítulo 37. Consiliaciones y acuerdos.

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-------Ella va a estar bien, Okami. -----Aseguró Koga a su hijo mientras ambos permanecían frente a la puerta de la habitación.

------No voy a dejarla. -----Sentenció el lobo más joven.

------Tu también necesitas descansar, hijo. Escuchaste a la señora Irasue, ella va a estar bien.

-------Pero...

La protesta del muchacho se vio interrumpida por la voz de Kagome, quien se acercaba a ellos..,

------Okami...------El joven se dio media vuelta y miró a la miko quien llegaba en compañía de su compañero híbrido.-----Por favor, permite que Inuyasha vea a Izayoi.

El joven miro al mitad bestia frente a él. Permanecía cabizbajo, mostrando su arrepentimiento y además respeto hacia él, prueba de que había aceptado su posición como compañero legítimo de su hija...

------No tiene por qué pedirme permiso. -----Aseguró Okami humildemente, demostrándole al híbrido que lo disculpaba y que no había rencores.------Es su padre. Ella lo necesita.

Inuyasha alzó su mirada y vio al joven lobo lleno de gratitud...

------Gracias, Okami. -----Expresó Inuyasha y Okami sonrió para alejarse entonces de la puerta, dejando pasar al híbrido.

------En verdad lo siento. -----Expresó el peliblanco al muchacho al acercarse a él.

-----Ya no importa. -----Aseguró Okami.

Inuyasha agradeció con un ademán y entró a la habitación.

------Vete a descansar, Okami. ----Pidió Kagome con dulzura maternal. -----Te prometo decirte cuando ella despierte.

Okami suspiró resignado...

------Bien. Muchas gracias.



El híbrido entró a la habitación a paso sigiloso.
Vio a su primogénita tendida en aquella cama y su corazón se hizo pedazos.
Se acercó lentamente, temiendo ver el enojo en su rostro dormido.

Se halló finalmete a un lado de ella.
Estaba pálida, pero su rostro no denotaba temor ni enojo.
Tomó su mano y notó que estaba fría y su alma se heló también...

------Izayoi...-----Llamó con voz cortada por las lágrimas que empezaba a derramar. -----Perdóname. Perdóname bebé.

Él híbrido bajo la mirada con aflicción y entonces, escucho una voz dulce que conocía perfectamente...

------Padre...

El peliblanco alzó el rostro y se encontró con el de su hija, quien lo miraba dulce y conpasivamente, con esa mirada que solo veía también en su amada compañera.

------Izayoi...

------Padre... Lo siento...

-------No. No pequeña, yo lo siento. Lo lamento mucho... Nunca quise hacerte daño...

-------Debimos decirte antes, padre... Por favor, discúlpanos...

-------No tienen nada de que disculparse, cariño. -----Aseguró el híbrido acariciando el rostro de su hija, secando sus lágrimas. ------No hicieron nada malo. Yo en cambio... Les he hecho mucho daño...y pudo ser mucho peor...

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