estabas caminando entre las calles para llegar hasta tu cafetería favorita, empujaste la puerta y caminaste hasta el mostrador a formarmarte en la fila para hacer pedidos.
te encantaba esa cafetería, estaba perfectamente ubicada, cerca de tu trabajo, su menú era magnífico; habían comidas y bebidas, parecía más un restaurante, pero lo que más te encantaba era su diseño, los cálidos colores cafés y hueso te abrigaban tan bien mientras tomabas tu café y comías un emparedado.
—¿lo de siempre han?—. lucas, el chico extranjero que siempre te atendía ya sabía tu rutina de la semana.
—lo de siempre—. sonreiste y lucas volteó para comenzar a pedir tu orden, saliste de la fila y te sentaste en la mesa de siempre, al fondo cerca de la ventana.
sacaste tu computadora de su forro que cargabas y la encendiste para trabajar y poder descansar el fin de semana.
tecleabas tu trabajo y lo enviabas a tu jefa para que pudiera leerlo—. latte y emparedado—. chae la mesera que se volvió tu amiga dejó tu pedido a un lado de tu computadora con cuidado.
—gracias—. le diste una sonrisa y ella se fue, comenzaste a degustar tu emparedado y tu latte mientras seguías trabajando en la computadora.
—pay de limón—. levantaste la cabeza confundida y chae dejó el plato con la rebanada de pay frente a tu emparedado.
—pero yo no...
—no voltees, el chico de la mesa cerca del mostrador que está de frente te lo mandó, y me pidió tu número.
—¿puedo voltear a ver si es guapo si quiera?
—bueno.
volteaste y el chico miraba a su amigo frente a él habían platillos vacíos en su mesa, no le podías ver la cara pues su corte le tapaba hasta las cejas y el cubrebocas hasta su nariz, por lo cual solo veías sus ojos—. cómo se supone que veré su rostro si trae ese cubrebocas.
alzaste las cejas y chae volteó a verlo—. ahg que estresante.
chae se fue de ahí hasta la mesa de aquel chico, le dijo algo y este volteó a verte, quitó su cubrebocas y movió su cabello hacía atrás sacudiendolo, sonreíste y desviaste la mirada.
chae volvía desganada hasta tu lugar —. ¿ya?
volteaste a ver tu reloj de muñeca, faltaban 10 minutos para que tu almuerzo acabara, volteaste a verla y le sonreíste—. traeme mi cuenta, y dame el pay para llevar.
chae se fue con el plato de pay y comenzaste a guardar tus cosas. sacaste el efectivo, ya sabías cuánto era y chae solo llegó con el plato con la nota y la bolsa donde iba tu pay empaquetado, dejaste los billetes y tomaste la bolsa del pay—. adiós chae.
te levantaste de la mesa junto con tus bolsas y saliste del lugar.
san no te quitó la mirada hasta que te fuiste, desesperanzado pues no había conseguido tu número, le pidió la cuenta a otro mesero que pasaba por ahí y la chica que le había ayudado llevándote el pay le llevó su cuenta.
san sacó el efectivo y lo dejó, la chica le entregó un papel y él lo abrió.
"haneul 7777555664 espero que tengas tema de conversación"
él le sonrió a la chica—. gracias.
dio una reverencia y dejó aquel lugar feliz.
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