Donde Jeon JungKook, un Omega y asesino profesional, tiene la tarea de asesinar a Kim TaeHyung, un Alfa con un gran territorio y líder de una de las facciones criminales más grandes del país.
Pero poco sabía Jeon que Kim era más inteligente de lo q...
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• Sokcho • - Tiempo actual
• Viernes • - 23:45 PM
Con zapatos y un traje delgado, DaeSung salió de su limusina con su cigarro encendido en su boca, ajustándose el traje italiano sobre su cuerpo, y entró en su casino, "Golden Palace". El Alfa se acercó a la mesa de póker e inmediatamente se sirvió con whisky escocés, pidió las fichas y luego repartió las cartas para comenzar a jugar y apostar. Todos en el casino lo respetaban por ser un hombre de negocios, "negocios ilegales e ilícitos".
Después de algunos juegos de póquer, subió a la parte superior del casino donde había una zona VIP donde frecuentaba. DaeSung se sentó en un sofá de cuero negro acompañado por dos hermosas mujeres, una rubia y la otra morena a su lado.
El lujoso casino estaba lleno esa noche, varias personas apostaron, y otras bebieron y hablaron mientras tocaban música de blues en vivo.
DaeSung se levantó y caminó a un porche del casino para fumar su cigarro. Se metió las manos en el bolsillo del pantalón y se recostó contra el balcón del porche.
— Señor, ¿no jugará más?— Uno de los hombres que lo acompañaba le preguntó.
— No, pero tal vez pronto.
El hombre se encogió de hombros y volvió al casino, dejando a su jefe a gusto. Poco sabía DaeSung que lo estaban apuntando con una pistola.
A veinte metros de distancia, un asesino yacía en el suelo, apuntando con un arma de élite silenciosa al hombre en el porche. Miró a través de la mira del arma y apuntó a la cabeza del objetivo. El asesino llevaba ropa de trabajo específica, guantes de cuero negro y ropa de cuero negro y rojo bien vestido.
— Objetivo en el objetivo, ¿todavía quieres doblar?— Le preguntó a su cliente quién estaba en la línea telefónica.
— ¡De ninguna manera! Combinamos este mismo valor.
— He cambiado de opinión, mi cuenta es demasiado delgada, o se duplica o nada, tienes diez segundos para pensar antes de perder tu objetivo.
— ¿Pero qué tipo de asesino eres?
— El tipo que hace negocios, Sr. Choi. Tienes cinco segundos. — Se burló.
— ¡Está bien, está bien! — Cedió, y dobló otro 1 millón en su cuenta.
Al ver en su cuenta que el dinero había aparecido, se sintió satisfecho. Luego apretó el gatillo golpeando la cabeza del objetivo que recibió un disparo en segundos. Se puso la máscara en la cara para ocultar su identidad. Rápidamente saltó de la terraza de ese edificio con la ayuda de cuerdas.
Los hombres que vieron que el jefe había sido asesinado se desesperaron y se comunicaron con otros para perseguir al asesino que ya estaba lejos.
