CAPÍTULO 34

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Gritó tan alto como pudo cuando Minjae golpeó su estómago con una de sus rodillas.

Dos bofetadas, quizá tres antes de  tenerlo sobre su cuerpo, luchando por alejar aquellas piernas que habían logrado inmovilizar las suyas.

--¿Por qué me haces tener que golpearte? Sé obediente y esto terminara pronto.

Besó su cuello y mordió su mandíbula, haciendo a Taehyung recordar como una mala pesadilla la última noche que dejó que el castaño lo tocara, cuando le permitió a Kim Minjae poseer su cuerpo tal y como quería porque Taehyung necesitaba el cariño de alguien sin importar el costo.

--Por favor. Por favor, déjame --rogó el menor, advirtiendo que sus peticiones eran ignoradas al ver la sonrisa burlona en el castaño.

--No tienes idea de cuanta excitación provocas en mí, bebé. Adoro cuando suplicas de esa forma --recorrió con la yema de los dedos el abdomen contrario--. ¿Qué dices? ¿Quieres tenerme dentro una vez más?

Taehyung sollozó. Minjae lanzó su camiseta lejos mientras frotaba su erección en la entrepierna del menor y mordía tanto como podía la piel expuesta de su abdomen.

--Déjame ir, por favor.

El castaño tomó los botones de sus jeans entre los dientes, satisfecho al tener a disposición parte de la ropa interior del pelirrojo. Demasiado eufórico para notar la falta de presión que ejercía en las manos contrarias.

Taehyung hundió sus uñas en el rostro frente a él, para ser más específicos bajo sus ojos. Minjae se arrastró lejos de sus dedos, pero no lo suficiente para darle lugar a escapar.

--Te haz vuelto una perra, bebé. Esto dejará una marca, me aseguraré de dejarte la mía.

Jadeó cuando Minjae volvió a golpearlo, esta vez estrellando su puño en el rostro del menor hasta dejarlo casi inconsciente. Taehyung sollozó porque ahora no podía moverse, ni siquiera tenía las fuerzas para intentarlo.

Taehyung evitó encogerse al encontrarse casi desnudo bajo la mirada hambrienta del mayor, sintiéndose aliviado cuando Minjae caminó hacia la puerta. Estaría tan agradecido si se tratase de una humillación, de solo una advertencia.

Fueron unos segundos, lo que tardó en saber que esa era su oportunidad, casi trastabillando pudo poner sus pies sobre el suelo, apenas abriendo los ojos debido a lo hinchados que estaban y la voz del mayor siendo casi un susurro en su oído. Interpuso entre él y Minjae un escritorio viejo y desgastado con dificultad. Miró a su alrededor, intentando inútilmente encontrar algo que pudiese ayudarlo en esa almacén.

--Mírate. Actuando como si no quisieras lo mismo.

Minjae caminó alrededor del escritorio, notando al menor ir en dirección contraria.

--Ya no seré tan gentil contigo.

El pelirrojo sollozó, captando sus ojos. Minjae no iba a detenerse.

Taehyung corrió hacia la puerta. Quitando el seguro y lanzando la silla tan lejos como le fue posible, viendo el hilo de luz volverse nulo en cuanto su rostro fue golpeado contra la madera.

Manos deshaciéndose de su ropa anterior. Algo húmedo recorriendo su espalda antes de sentir dedos introducirse en su interior y una erección rozando su piel. Taehyung tuvo que hundir las uñas en la madera debido a la dureza con la que lo estaban sometiendo.

Minjae tiró del cabello rojo, profanando su cuerpo aún con los dedos. Gozando de ver sus piernas fallar en cuanto lo lanzó al suelo, admirado al escuchar el gemido de dolor que dejó salir el menor cuando sintió algo desgarrarse en su interior, pateó su estómago otra vez para inmovilizarlo bajo su cuerpo como quería.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVWhere stories live. Discover now