CAPÍTULO 60

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--Es suficiente --canturreó Mark mientras alejaba la botella de alcohol que estaba próxima a ser vaciada en la boca de Jackson.

--No lo es si Jungkook sigue sobrio --contradijo el pelinaranja.

--Ojalá lo estés pronto, bombón --insinuó coquetamente la joven, revolviendo las hebras azabaches del chico a su lado.

Dios, alguien debía mantener las manos quietas y ese alguien no era Kim Taehyung. Lo dedujo cuando la pelirroja abultó sus voluptuosos labios y guiñó un ojo en dirección a Jeon.

Eunha acababa de unirse a ellos hace una hora junto a dos universitarios, amigos de Jackson, de los que apenas recordaba el nombre, puesto que había estado muy ocupado ignorando los descarados intentos de la chica por coquetear con su novio.

--Pareces fuerte, ¿entrenas a menudo? --volvió a invadir el espacio del mayor, inclinándose a presionar sobre sus fornidos hombros y prosiguiendo con sus pectorales.

--Suelo hacerlo. Sí --suspiró, apartando a la pelirroja con suavidad y consiguiendo que esta se removiera en la silla con una sonrisa pícara en los labios.

Taehyung bufó apenas, acción que pasó desapercibido por casi todos en la mesa. Se negaba a montar una escena en un bar a medianoche, más aun cuando se prometió jamás ser tan patético.

Se apresuró a tomar la botella frente a él, asegurándose de comenzar una nueva ronda de tragos bajo la mirada cómplice de los dos chicos a su lado. Jackson y Mark salían, el beso que el pelinaranja dejó sobre los labios contrarios se lo confirmó.

El pelirrojo presionó sus manos, volviéndolas puños enseguida. Que Eunha estuviera siendo tan insistente le enfadaba. Jungkook era suyo, aun si se negaba a decirlo en voz alta, todo suyo como el mismo Jeon se lo aseguró alguna vez.

--Así que... Taehyung, ¿cierto?

Aquel castaño llamó su atención, girando en dirección al chico a su izquierda. Cabello revuelto, sonrisa burlona y mirada penetrante. Particularmente atractivo.

--Y tú eres...

--Kang Daniel, bonito --sonrió encantador, besando el dorso de sus manos, quizá tardando más de lo necesario en hacerlo. Todo un galán, aunque no lo suficiente para complacerlo.

--¿Te gustaría ir por un trago?

--Me encantaría --bufó con fingida emoción mientras veía a Eunha extender un vaso con bodka hacia Jungkook, segundos antes de ser rechazada y volver a intentarlo.

--Es una lástima que tengas que volver a Corea tan pronto --murmuró en su oído debido a la estruendosa música que llenaba el lugar--. Así que, creí que podríamos pasar un buen rato --Taehyung sintió el aliento contrario chocar contra su lóbulo antes de oírlo dirigirse al joven tras la barra--. Dos de esos, por favor.

--El sexo casual no es lo mío.

--Puedo hacerte cambiar de parecer -- extendió un vaso, de lo que al parecer era whisky, hacia él. El pelirrojo lo tomó entre sus manos, dispuesto a contradecirlo.

--No lo creo --retrocediendo unos pasos, dejando entre ellos una distancia considerable--. Y deberías mantenerte alejado si no quieres que Jungkook golpee tu lindo rostro.

--Como dije, una lástima.

--Una verdadera lástima --Jungkook le arrebató la sustancia de las manos, bebiendo sin tregua y frunciendo el ceño al sentir el líquido quemar en su garganta--. Es solo precaución --sonrió falsamente, tirando de la muñeca del menor levemente con la intención de llevarlo de vuelta a la mesa, donde él pudiera vigilarlo.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVWhere stories live. Discover now