CAPÍTULO 38

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NamJoon caminó en línea recta frente a la puerta una vez más, deteniéndose a mirar a ambos chicos sobre el sofá.

--¿Esperas que crea que pasaste la noche en un motel y sigues siendo virgen? --preguntó con una sonrisa fingida, escrutando a Jungkook con la mirada.

Y a decir verdad, Taehyung ya no lo era desde hace mucho tiempo, pero no era algo que Namjoon necesitara saber.

Jimin enarcó una ceja divertido y captó la mirada del pelirrojo, quien bufó.

--Es tan poco consolador que no confíes en mí, hyung --suspiró el menor--. Y aunque fuera de esa forma, tengo dieciocho, soy mayor de edad en algún lugar del mundo.

--Pero no aquí --suspiró rendido, hundiendo los dedos en la cabellera roja con suavidad porque sabía que un regaño sería perjudicial para su recuperación--. Así que, necesito saber donde estás y con quién pasaras la noche desde ahora, ¿si?

El pelirrojo asintió con las mejillas encendidas y el labio entre los dientes.

--Se los haré saber la próxima vez.

--¿Próxima vez? --preguntó Jimin con el entrecejo fruncido. El pelirrojo se encogió en su lugar bajo la dura mirada que el rubio le envió.

--De hecho, estamos saliendo --sonrió el pelinegro, con la espalda erguida cuando Taehyung se inclinó hacia él.

--¿Harás como si nada de lo que pasó te afectara? Te lo dijo Hyo y te lo digo yo. Una relación no es lo que necesitas, es una carga más sobre tus hombros que no podrás soportar--. Jimin se acuclilló al lado del menor que lo miraba con los ojos muy abiertos porque no recordaba la última vez que su amigo había elevado el tono de su voz al hablar con él.

Park tomó las manos del menor con decisión porque a comparación de NamJoon, Jimin sabía que Taehyung era muy capaz de entender y saber lo que había hecho mal sin romper en llanto.

--Jungkook no será una carga.

--¿Por qué siento que esto ya lo vivimos? --preguntó--. Si lo quieres, puedes tenerlo, pero no quiero ser testigo de cómo vuelve a romperte el corazón.

--¿Cómo puedes decir eso? --susurró el menor, alejando las manos del rubio y hundiendo el rostro en el hombro de Jungkook.

--No es como quise que sonara, yo estaré contigo siempre, lo prometí, ¿recuerdas? --acarició su rostro con la yema de sus dedos--. Solo espero que puedas reconsiderarlo. Es tu decisión, no la mía después de todo.

El menor suspiró, sonriendo ampliamente, segundos antes de rodear al rubio con sus brazos  porque si Jimin le hubiese obligado a escoger entre ambos, el pelirrojo hubiera estado dispuesto a dejar todo lo suyo con Jungkook de lado aunque le doliera el pecho toda la vida.


Taehyung cerró la puerta de su habitación tras él, consciente de los brazos que lo rodearon por detrás al adentrarse en esta.

--La razón por la que estoy aquí aún no termina de convencerme --sonrió mientras besaba su cuello--. Y espero no equivocarme si asumo que hay algo más.

Taehyung asintió, alejándose de él y caminando por el lugar.

--Quiero que todo vuelva a ser como antes pronto porque no es justo para ti si las cosas no mejoran --suspiró, acercándose al pelinegro que se encontraba junto a la puerta.

El menor hundió sus dedos en la cabellera negra y guió su rostro a la dirección correcta para juntar sus labios.

Y es que existía una clara diferencia si Taehyung decidía hacerlo por cuenta propia o si era forzado a mantener contacto.

Jungkook lo apartó suavemente.

--Te lo dije, ¿o no? Esperaré.

Taehyung volvió a besarlo, sosteniendo sus manos cuando este intentó alejarse, sintiendo una corriente atravesarlo en cuanto recorrió con sus dedos el torso del mayor.

Era su objetivo, recordar cómo se sentían los labios de Jungkook sobre los suyos, cómo se sentía ser tocado.

--Quiero esto, Jungkook. Tócame como solías hacerlo y haz que me sienta bien, por favor --suplicó al notar que el pelinegro había dejado de corresponderle.

Y Taehyung sabía, realmente era consciente de lo mal que estaba depender del mayor para mejorar, pero ¿cómo no hacerlo si sentía que Jungkook era la pieza en el rompecabezas que siempre le hizo falta?

Estaba bien si el pelinegro lo tocaba porque con cada uno de sus besos, Taehyung se sentía más como sí mismo.

--¿Me dirás cuando sea suficiente? --rodeó al menor con uno de sus brazos y se fundió en el cuerpo contrario cuando lo tuvo contra la puerta. Y era tan irreal que Taehyung estuviese rogando por más contacto en los próximos minutos como si cualquier cosa que el pelinegro hiciese no fuera suficiente para satisfacer sus deseos.

Jungkook recorrió el abdomen del menor con las manos y trazó una línea a través de la mandíbula del pelirrojo con sus labios.

Taehyung suspiró extasiado ante el contacto familiar que no había sentido en tanto tiempo, jadeando apenas y tirando de la camiseta del mayor.

Su mente nublada debido a tanta excitación llenándolo, demasiado sumido en aquella droga como para saber que lo que necesitaba era sexo.

Gimió sonoramente en la boca del mayor, acariciando por debajo de los pantalones contrarios y golpeando su entrepierna en fuertes estocadas con la del otro.

--Duele --jadeó, llevando sus manos a sus propios pantalones para acariciar sobre la tela.

Fue su límite, Jungkook no pudo contenerse, no más al ver al menor deshacerse entre sus brazos con aquella creciente erección en sus pantalones. Besó sus labios, guiando a Taehyung torpemente hasta la cama, donde no tardó en estar entre sus piernas.

--No quiero, Jungkook. Aún no.

El mayor asintió, oyendo al pelirrojo gemir cuando deshizo el botón de sus pantalones.

--Probaremos algo más --hundió los dedos sobre la tela--. Te haré sentir bien.


CLOSE YOUR MOUTH //KookVWhere stories live. Discover now