|EPÍLOGO|

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¿Por qué se sentía como si viviera  una fantasía? Jungkook sabía la respuesta y aún así aguardaría hasta que Taehyung despertara para susurrar en su oído las miles de incoherencias que azotaban su mente cada mañana.

Labios rojos, mejillas abultadas y cabello revuelto, Kim se veía tan malditamente inaccesible para él sin siquiera ser consciente de ello, y Jungkook mentiría si dijera que admirarlo no se había convertido en su pasatiempo favorito.

Perfecto, todo él lo era, y la intrometida vocecita en su cabeza jamás había estado tan de acuerdo con ello.

De hecho, existían miles de cosas de las que cuales no tuvo conocimiento sino hasta que decidieron convivir como una pareja que quiso comprometerse en algún momento. Sin duda una historia larga y con un final no tan grato, considerando que NamJoon y los padres del mayor se negaron rotundamente.

Aún eran jóvenes, quizá demasiado para entender lo que una vida juntos significaba cuando HyeJin habló con ellos.

'Entonces... ¿Por qué querrían vivir atados a alguien ahora? Son tan jóvenes que... No lo entiendo. Se pertenecen a ustedes mismos, aún lo hacen, podrían dejar de hablar por la mañana y nada cambiaría, pero un matrimonio lo complicaría todo. ¿Son conscientes de ello? Sé que anunciar un compromiso no significa casarse de inmediato, pero podrían vivir juntos primero, intentarlo de esa forma y si no resulta como esperan, entonces quizá sea mejor no apresurar cosas que serán inevitables al final'

El pelinegro deseaba conseguir la aprobación de su madre. Era todo.

Taehyung odiaba el alcohol por las mañanas, desayunar cereal y cenar juntos cuando tenían mucho que hacer, probablemente porque no eran capaces de prestarse la atención debida.

Jungkook maldijó cuando el timbre sonó, abofeteándolo fuera de su ensoñación. Bufó, tirando con cuidado de las sábanas con las que Taehyung había rodeado su cuerpo al removerse ante el estruendo.

--Es muy temprano para que estés aquí, hyung --susurró con los ojos tardando en enfocar la imagen del hombre tras la puerta, quien cargaba con dos latas de alcohol en las manos.

--Lo sé, pero estaré ocupado esta tarde. Ya sabes, SeokJin aún quiere que vayamos a ese estúpido museo.

NamJoon se adentró en el apartamento con una amplia sonrisa, todo parecía ir bastante bien en ese lugar, aun si su supervisión ya no era requerida.

--Creí que era su día libre --dijo y Jungkook asintió, extendiendo los brazos deliberadamente mientras ponía sus pies en marcha.

--Quizá duerma hasta el almuerzo. El cumpleaños de Jimin es en dos días, ha estado muy ocupado.

--Tampoco dormiste bien --afirmó NamJoon, negando con la cabeza al no hallar espacio suficiente para aquellas nuevas latas en la nevera.

--Estoy bien.

Jungkook se aproximó a la estufa, apresurándose a freír algunos huevos junto al tocino que NamJoon dejó sobre la barra.

--¿Jungkook?

La voz adormilada de Taehyung se oyó desde el pasillo, captando la atención de ambos mayores casi de inmediato cuando una cabellera roja se asomó por la puerta con los dedos aún restregando sus ojos, tratando de acostumbrarse a la intensa luz que se colaba a través de las cortinas.

--Hyung --llamó el menor, atravesando el umbral y dirigiéndose con apresurados pasos hacia el castaño, quien para mala suerte del pelirrojo, lo había sobrepasado en términos de altura durante los últimos dos años--. Creí que Jungkook hablaba solo otra vez --dijo burlón, besando su mejilla e inclinándose a olfatear la estufa.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVWhere stories live. Discover now