Intento de salvador

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Era el primer día de escuela de Michelle Jones, una pequeña de 8 años con tez morena, ojos cafés y cabello rizado. Debido al traslado de su padre ella tuvo que cambiarse de escuela y comenzar todo de nuevo.

Al llegar a la escuela dio un par de vueltas hasta encontrar su salón que estaba completamente vacío, sin pensarlo dos veces se ubicó en los asientos del fondo y saco un libro para pasar el rato. A pesar de su corta edad ella amaba leer, lograba hacerla viajar mentalmente y olvidarse de todos los problemas que la rodeaban.

Estaba tan sumergida en su libro que no escuchó que otros niños habían llegado al salón.

- miren chicos tenemos un nuevo fenómenos en el circo. - un chico delgado, de pelo negro y un poco más alto que ella se le acercó junto a sus dos amigos.

- ¿Cual es tu nombre, rarita? - le arrebató su libro de las manos y se lo entrego a uno de sus amigos.

-eso a ti no te importa, idiota. Ahora devuélveme mi libro. - ella extendió su mano esperando que él le devolviera su libro, no era primera vez que le tocaba lidiar con abusadores como él así que no dejaría que la intimidara.

- la nena tiene carácter quien lo diría, tranquila ratita de biblioteca te devolveremos tu libro a nosotros no nos interesa.- uno de sus amigos tiró el libro al suelo - ahora chica negra recoge tu estúpido libro. - se burlaba aquel niño bravucón, solo por el color de piel de la pequeña.

Peter Parker un niño un poco más bajito que los niños de su edad, cabello castaño y unos ojos cafés que parecían tener brillo propio. Se dirigía con su tía May a la escuela en su primer día, feliz se despidió de su tía y se reunió con Ned, un chico pelinegro que era su mejor amigo, desgraciadamente el chico era de otro salón por lo cual en su salón no tenía amigos. Debido a que Ned tenía que ir a la dirección con su padre a ver un asunto con el director, Peter se encaminó a su salón en donde observo como Flash, el bravucón de su clase, molestaba a una niña que él no había visto antes.

observó la escena durante unos minutos hasta que uno de los amigos de Flash le lanzó el libro a la chica, en ese momento decidió intentar defender a aquella niña nueva de tez morena y cabello rizado.

- ¡dejala en paz, Flash! No deberías molestar a una niña, se un caballero y deja de molestarla.- al pobre niño le temblaba la voz de los nervios, después de todo Flash intimidaba y molestaba a todos los chicos de su clase, pero su tía May, a su corta edad, siempre le enseño que a las mujeres se les respetaba y este niño junto a sus amigos no lo estaban haciendo.

- Y quien me lo impedirá ¿Tú? Por favor no me hagas reír, Parker. - río junto a su séquito de amigos.

Michelle, quien no había dicho nada hasta ese momento, se removió incomoda en el lugar en el que estaba - Está bien, chico yo sé defenderme sola. No te preocupes. - Dijo tranquilamente la morena.

-¡Ya escuchaste, idiota! Lárgate y déjame en paz, antes de que te toque peor que a ella. - Parker obviamente tenía miedo, pero no podía dejar que molestaran a la chica.

- ¡No! Ya dije que no permitiré que molesten a la niña nueva. - intentó ponerse firme para que ninguno notara que moría de miedo.

Lo siguiente que notó Peter fue el puño de Flash en su rostro, seguido de muchos otros, junto a las risas de los amigos del agresor de fondo. La castaña al presenciar la golpiza que le estaban brindando al chico que, en un vago intento, quiso defenderla no lo pensó dos veces al entrometerse y sacar al abusivo de encima del castaño, tomarlo de la camisa y advertirle.

- ¡Basta! No voy a permitir que lo sigas golpeando y si no quieres que yo te golpee a ti, más te vale que nos dejes en paz a ambos de una buena vez por todas. - dijo mientras lo ponía contra la pared.

- ¡Está bien! Sueltame maldita loca, arrugarás mi camisa. - obviamente el infante se había sentido intimidado por el repentino ataque de la rizada, pero jamás lo admitiría y aunque él no lo dijera no era necesario, Michelle conocía perfectamente a los de su tipo y sabía perfectamente que aquel idiota no los volvería a molestar.

Al marcharse Thompson y sus amigos MJ se acercó al chico que estaba aún tirado en el piso con su labio y su ceja rotos debido a los golpes.

- ¡Lo lamento tanto! No debiste entrometerte en esto. - a pesar de que no había sido culpa de ella, no podía evitar sentirse culpable, ya que si no fuera porque quiso defenderla nada de esto habría pasado.

- No te preocupes, no es tu culpa. - dijo intentando sonreír, pero debido a sus heridas sólo logró hacer una mueca de dolor.

- levantate, te llevaré a la enfermería para que te curen esas heridas. - le tendió la mano a su intento de salvador para que se levantara del suelo - Por cierto, soy Michelle Jones. - se presentó la muchacha, mientras él se levantaba del suelo, con la esperanza de haber encontrado a su primer amigo

- gracias, yo soy Peter Parker. Encantado de conocerte, Michelle.

Spideychelle ❤ one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora