┍ Capítulo 22: Pasado┚

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SeokJin 

Había pensado que se había quitado el horrible hábito de morderse las uñas cuando estaba nervioso. Ya no lo había hecho en más de tres años, por lo que llegó a pensar que tal vez había desaparecido. Sin embargo, estaba comprobando que no, ya que esperando en la sala del hospital, se había devorado fácilmente tres uñas. 

Suspiró profundamente, de forma inconsciente—notaba que los suspiros eran más frecuentes, también.— y miró a la enfermera parada frente a él.

—Conseguimos hacerle un espacio en la agenda del doctor Min, ¿está de acuerdo, señor Kim? 

SeokJin asintió, ido. Solamente quería que le dijeran que JiMin estaría bien; porque ya le había mentido a NamJoon sobre eso, y no sabía cuánto más aguantaría hasta que lo llamase y se echara a llorar como Magdalena.

La enfermera le envió una mirada de disculpa.

—Sentimos los percances, señor Kim.—hizo una reverencia, y SeokJin la imitó.—Ya los llamarán en unos momentos. Con permiso. 

Con eso, la mujer se alejó de ambos con los zapatos de goma rozando el suelo sonoramente, y lo dejó ahí parado.

SeokJin se apretó el puente de la nariz y cerró los ojos. 

Estaba demasiado cansado. 

Había llegado a las seis de la mañana a Seúl. Ahora eran las nueve y JiMin seguía dormitando con la fiebre a cuestas. Sus doctores estaban convenientemente de vacaciones, y solo había un doctor pediatra de guardia; lo que significaba que debían seguir esperando. Y SeokJin ni JiMin no estaban en condiciones de esperar más. 

—¿A...ppa?— la débil voz de JiMin le llamó desde atrás. SeokJin se secó los ojos con los dedos rápidamente antes de darse la vuelta.

El azabache estaba recostado sobre los bancos de la sala de espera, cubierto por la única chaqueta que SeokJin había podido traer antes de partir. Igual podía comprar otra cuando salieran.

—¿Sí, cariño?— se acercó a él, acuclillándose a su lado para acunar su rostro con una mano. JiMin lo miraba abriendo los ojos apenas, y sus mejillas estaban sonrojadas.

—¿Dónde... estamos? ¿y papi?—tosió con fuerza al terminar la oración, y SeokJin le masajeó el pecho por encima de la chaqueta. 

—Estamos en el hospital de Seúl. Papi se quedó en casa con Kookie. 

JiMin parpadeó varias veces, tratando de quitarse la humedad de los ojos, gimiendo. SeokJin se apresuró a limpiarlo con las mangas de su suéter.

El azabache entonces estiró una mano hacia el rostro de su padre. 

—¿Estás... triste, appa? 

SeokJin apretó la mano de JiMin,  y la besó. Negó con la cabeza. 

—Solo estoy preocupado. 

—Es...taré bien, appa. Soy... fuerte.

SeokJin sonrió tristemente. Se suponía que él debía consolar a JiMin y no al revés. 

Pero después de todo, siempre había dependido de la fortaleza de NamJoon; y al parecer ahora también lo haría de JiMin. 

Veía eso mismo en los ojos almendrados de su hijo. 

—Yo sé que lo eres, pollito. 

Acarició su mano, y JiMin cerró los párpados lentamente, volviendo a dormirse. 

SeokJin le colocó la mano de vuelta debajo de la chaqueta, y se incorporó. Se arregló la ropa, y procedió a llamar a NamJoon. 

Colocó el celular contra el oído, y esperó a que atendiera. Sin embargo, le contestó la voz de la operadora diciéndole que intentara de nuevo. 

Miró el teléfono con recelo. ¿Por qué NamJoon no atendería su teléfono a esa hora? 

Era extraño, porque el castaño le había dicho que tendría el celular pegado para cualquier cosa. 

Frunció los labios, mirando el nombre de su esposo en la pantalla. 

Entonces los pasos de suelas de goma contra el suelo hicieron eco una vez más. 

—¿Kim JiMin?— no obstante, no se trataba de la enfermera. SeokJin se giró, viendo a un hombre joven con uniforme de hospital, pero sin una bata, leyendo una hoja que tenía en la mano.

—Sí, aquí.— SeokJin se acercó, hizo una reverencia, y el hombre alzó la cabeza. 

Lo reconoció; o al menos, sabía que lo había visto en alguna parte anteriormente. Entornó los ojos inconscientemente. ¿Quién era?

—Buenos días, señor Kim.— fue su turno de hacer una reverencia.—Me llamo Jung HoSeok, y soy el enfermero jefe. Los llevaré al consultorio del doctor Min, en tanto el regresa de una reunión. ¿Le parece bien? 

Jung HoSeok. Jung HoSeok. Jung...—

—¡HoSeok!— exclamó, pensando en voz alta. El enfermero enarcó una ceja, extrañado.—Lo siento... es que... estábamos en la misma clase de teatro en la universidad ¿no es así? ¿J-Hope? 

HoSeok achicó los ojos, y luego los abrió exageradamente.

—¿Cómo...? ¿Jin-hyung? ¿Tú eres ese Kim SeokJin?— se cubrió la boca con una mano, y sus ojos le delataron que estaba sonriendo. Definitivamente él era Jung HoSeok.—Soy yo el que lo siente; es que jamás pensé que... Jin-hyung  fuera el Kim SeokJin. Pero aquí estás, wau.

SeokJin negó, sonriendo ligeramente. HoSeok siempre le había caído bien. Aunque el otro no hubiese estado mucho tiempo en aquella clase, le había tomado cariño las veces en las que terminaban juntos.

Desgraciadamente, luego de dos semestres, no lo volvió a ver. Hasta hoy.

—Es por el cabello ¿verdad?— bromeó SeokJin, y HoSeok se descubrió los labios.

—Es realmente sorpresivo...— JiMin cortó su oración, al toser con fuerza desde el banco.—Oh, mejor lo llevamos ya dentro del consultorio. 

SeokJin solamente asintió, pasándole por la mente otro nombre importante del pasado.

Hiseolyl 「 NamJin 」Where stories live. Discover now