❝Hogar, dulce hogar...❞
SeokJin era un actor exitoso, y NamJoon era un músico de renombre; pero al contraer matrimonio, decidieron que lo mejor era reinstalarse lejos de las cámaras para tener una vida tranquila. El destino: un pueblo rural llamado...
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SeokJin
—El universo se ha movido por nosotros sin perder ni una sola cosa.— entonó SeokJin en voz alta, sonriéndole a los dos niños recostados en la cama y al bebé entre sus brazos.—Porque me amas... Y yo te amo. Eres mi ángel, mi penicilina. Asi que solo déjame quererte.
JiMin cerró los ojos y movió la cabeza de un lado a otro, TaeHyung imitándole, y JungKook cada vez más yendo hacia el mundo de los sueños.
El rubio cantó las últimas partes de la canción suavemente, hasta que llegó a la letra del final.
Tanto JiMin como TaeHyung seguían en la misma posición, pero podía notar el cansancio en los párpados de ambos.
—Otra, appa.— pidió JiMin, arrastrando las palabras.
—Sí, hyung.
Jin sacudió la cabeza, aún con una sonrisa.
—Ya es hora de dormir, niños. Que yo siga cantando solo hará que no se duerman hasta que me quede calvo.
—Appaaa...— alargó JiMin, haciendo un puchero pero con los ojos entrecerrados. TaeHyung se veía casi igual, solo que este no parecía estar perdiendo la batalla contra el sueño.
—Mochiii...— alargó también SeokJin, copiándolo.—Ya enserio, no me hagas llamar a tu padre para...—
—¿Llamarme? ¿Por qué? — NamJoon apareció por la puerta, recostado contra el marco de la misma con los brazos cruzados sobre su pecho. Sonreía tiernamente, y tenia el pelo peinado hacia atrás por los lentes sobre su cabeza.
Su esposo era tan hermoso.
—Bueno, ciertas personas aquí se niegan a ir a dormir, y mi garganta no soportará otro Falsetto.
NamJoon rió, acercándose hasta la cama y para sentarse en el borde junto a Jin. Se pegó a este, le dio un beso en la frente y luego acarició el pelo del bebé ya dormido.
—¿Tal vez si aguantará para unos graves más? ¿4 o'clock? ¿Let me know?— dijo juguetón, a lo que Jin lo miró de costado, como siempre que andaban en dimes y diretes.