┍ Capítulo 34: ¿Y si perdemos el juego?┚

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JiMin

JiMin continuó caminando por el pasillo, recogiendo con manos temblorosas, aunque no tuviera frío, los peluches que iba encontrando en el camino.

No quería jugar en la oscuridad. Pero si appa quería hacerlo, él iba a obedecerle.

Además, quería darle un abrazo urgente, por lo que no tenía de otra que encontrarlo lo más pronto posible.

El camino de peluches pronto se detuvo en frente de la puerta de una habitación del pasillo. 

Levantó la cabeza para ver la puerta, notando enseguida que no tenía manilla. Sin embargo, esta estaba entreabierta, chirriando con el viento que la movía ligeramente.

Era la habitación a la que nunca había ido; la que siempre estaba cerrada y que había visto a appa una mañana tratando de abrir.

¿Por qué estaría abierta ahora? 

—¿Appa? 

JiMin.— contestó la otra voz, desde dentro. JiMin no esperó más y decidió abrir la puerta, cerrando un ojo.

Lo que vio adentro le sorprendió; pues era una habitación exactamente igual a la de él. Solo que esta no tenía juguetes, ni sus sábanas de Iron Man. Había una cama en el medio, y algo en el piso, que supuso, era una alfombra roja con dibujos. 

No obstante, appa no estaba por ningún lado. 

Solo había otro peluche que no había visto antes en frente del armario de madera en el fondo del cuarto. Se apresuró a recogerlo, mirando al juguete.

Papi siempre le había dicho que las historias sobre muñecos malvados que cobraban vida para lastimar a la gente no eran reales; y JiMin le había creído. Es más, querría seguir creyendo aquello, sino fuera porque aquél peluche que tenía entre las manos lucía como si en cualquier momento lanzaría una risa malévola.

Era un peluche de oso. No, más bien, un intento de oso; porque el cuerpo era de uno, mas la cabeza era de todo menos de la de un oso. Estaba completamente quemada, hecha un revoltijo de felpa y algo marrón. Tenía un solo ojo, el cual estaba roto por la mitad y colgando en un ángulo extraño, como si le estuviese mirando directamente.

JiMin sacudió el muñeco ligeramente, tratando de no dejar que el miedo le ganara, y sintió algo caerle por un dedo.

Achicó los ojos para ver en la oscuridad lo que era, acercando la mano hasta su rostro.

Al principio no entendió lo que era, ya que sólo podía ver una especie de hilo blanco en su dedo, hasta que éste se zarandeó.

La cabeza del muñeco estaba lleno de gusanos.

Lanzó un gritito, tirando el muñeco a un costado y sus ojos se llenaron de lágrimas por el susto. Sacudió su dedo con desesperación, tratando de sacar al gusano, mientras se alejaba del peluche con repelús.

—¡Ap...Appa!— lloriqueó, con el corazón latiéndole rápidamente. Sujetó la mano que tenía el gusano con la otra, sollozando en seco.—¡Papi! 

Necesitaba a alguno de sus padres.

Continuó llorando, respirando con dificultad porque de repente se sentía como si la habitación no tuviera una puerta y estuviera esperando el momento para engullir a JiMin.

—¿JiMin?

El sonido resonó por todo el lugar. 

—¡Appa! ¡Tengo miedo!— imploró, quitándose las lágrimas que caían a borbotones por sus cachetes.

Hiseolyl 「 NamJin 」Where stories live. Discover now