❝Hogar, dulce hogar...❞
SeokJin era un actor exitoso, y NamJoon era un músico de renombre; pero al contraer matrimonio, decidieron que lo mejor era reinstalarse lejos de las cámaras para tener una vida tranquila. El destino: un pueblo rural llamado...
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SeokJin
YoonGi colocó el dorso de su manos contra sus propias mejillas, y apoyando el codo sobre la mesa, miró enternecido a JiMin a su lado.
El pequeño estaba agitando sus piernas por debajo de la mesa, mientras jugueteaba con una servilleta con la cara de Ronald McDonald.
SeokJin los observaba silenciosamente, cansancio plasmado en su expresión.
—Entonces, dime, mocoso.— YoonGi habló, y JiMin lo miró con los ojitos curiosos.—¿Cuántos años tienes ahora? ¿Treinta?
JiMin se carcajeó, y la sonrisa de YoonGi se extendió. Claro, él era el único que se reía de sus chistes que de chistes no tenían nada.
No como los de SeokJin, que conste. Él sí era gracioso.
—Tengo tres años, Hyung.— Alzó tres deditos al aire, y luego levantó la otra mano con un dedo alzado.—Y en mi cumpleaños tendré ¡cuatro!
Juntó ambas manos, como mostrándole a YoonGi el por qué tendría cuatro. YoonGi hizo una expresión de sorpresa.
—Ya estás muy grande, JiMin-ah. Pronto ya vas a ser más alto que Hyung.
El azabache mayor hizo un puchero, fingiendo tristeza, a lo que JiMin volvió a reír como si YoonGi estuviera diciendo otra broma.
—¿De qué te ríes, mocoso?
—¡Es que papi dice que todos son más altos que Hyung!
El doctor se llevó una mano al corazón, dolido, y fulminando con la mirada a SeokJin. Este se encogió de hombros, levantando las manos en señal de que él no había sido el responsable.
—Pues dile a tu papi que puede...—
De pronto, HoSeok llegó hasta la mesa, resoplando y balanceando tres bandejas llenas de comida.
Las dejó sobre la mesa, y SeokJin se sintió mal por no haber insistido en acompañarlo.
—Espero que tenga pago extra por esto.— Dijo de una forma pasiva-agresiva, mirando a YoonGi con las cejas alzadas. YoonGi metió la mano entre la montaña de comida y sacó una hamburguesa.
