𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐍𝐆 | "Lo único que quería hacer con ella, era follarla. Ella era tan inocente, tan preciosa, con esa mirada destellante y vibra chispeante... Yo era egoísta, una serpiente traicionera amante del dinero y de las mujeres y ¡Vaya que me de...
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7. EL MÁS GRANDE IMBÉCIL
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La habitación de Jackson era un sueño, las ventanas que quedaban justo frente a la cama eran enormes, la vista que había tras la casa era magnifica, Somi había escuchado un par de veces sobre lo impresionante que eran las tierras de los Wang pero jamás lo había creído porque a los habitantes de Gulláin les gustaba exagerar.
Dormir con Jackson había sido la experiencia más extraña, Somi, con timidez, se mantenía en una orilla de la cama con miedo a girarse y toparse contra el cuerpo del castaño, todo olía a Jackson, sus almohadas y sábanas estaban impregnadas por su aroma.
Al oír la puerta del baño abrirse la obligó a recostarse de nuevo, no le parecía en lo más mínimo con seguir con la cruel farsa.
Un Adonis era quien se reflejaba en el espejo frente a ella. Sus hombros anchos y su cuerpo ligeramente marcado por sus trabajados músculos del pecho y abdomen. El castaño sólo secaba su cabeza con una toalla mientras escogía una de sus camisas con cuidado y así como había escuchado hablar de los Wang dentro de Gullaín, había escuchado hablar de Jackson en la Capital y los relatos no le hacían justicia a lo que tenía frente a ella. Y al cruzar su mirada por reflejo del espejo Somi se ruborizó.
— Hasta que despiertas
— No creí que necesitaba estar lista tan temprano
— No estoy reprochando nada, se nota que llevabas mucho tiempo sin dormir bien, aquí lo puedes hacer – Se encogió en hombros acercándose hasta Somi en un paso vacilante—. Ordené el desayuno, aún no estás lista para sentarte en con ellos
