𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐍𝐆 | "Lo único que quería hacer con ella, era follarla. Ella era tan inocente, tan preciosa, con esa mirada destellante y vibra chispeante... Yo era egoísta, una serpiente traicionera amante del dinero y de las mujeres y ¡Vaya que me de...
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Somi sopló en la ventana para ver como una fina capa de vapor cubría una parte de esta. Sonriente, comenzó a dibujar un árbol de Navidad como si se tratase de una niña pequeña. Los viajes a Gulláin solían ser rápidos si el castaño no dejaba de pisar el acelerador, pero normalmente tardaban un día entero a una velocidad constante, odiaba admitirlo, pero la comodidad de la camioneta de Jackson hacia más ameno el viaje, y sonrió divertida al pensar la posibilidad que esa camioneta era mejor que su precioso Audi incluso podía escuchar el reproche del castaño si Somi se atrevía a mencionarlo.
Somi lo miró en silencio complacida de que este no se diera cuenta de su acción, su entrecejo se encontraba fruncido como de costumbre cuando algo requería de su atención y los músculos remarcados en sus mejillas se tensaban como si estuviese masticando algo. No importara que estuviese haciendo Jackson Wang era una de las pocas personas lucían igual de atractivos estando distraídos.
Al darse cuenta de la mirada de la pelinegra.
—¿Ya dejaste de manchar la ventana?— Somi sonrió divertida
—Será Navidad y necesitaba un toque navideño
—Tú quieres decorar todo lo que se mueve
Somi lo miró con sorna y volvió su vista hacía la ventana pues conforme se acercaban a Gulláin, los caminos se tornaban peligrosos y resbaladizos por la nieve, obligando al castaño a ir mucho más lento de lo que acostumbra. Los paisajes comenzaron a tener pequeños destellos blancos conforme avanzaban hasta ver por completo la densa nieve cubriendo cada rincón de los terrenos de Gulláin.
La camioneta se sentía como un congelador y estaba repleta de regalos que Somi le había convencido de comprar, según ella no podía llegar sin las manos vacías. Sus manos se encontraban frías a pesar de tener los guantes puestos y admitía muy a su pesar que se encontraba nervioso. Lleva tiempo sin ver a su padre y sería la primera vez que entraría a esa desolada mansión sin que su madre estuviese presente, eso le causaba un amargo sabor de boca.
Somi miraba emocionada la densa manta de nieve que cubría los pastizales y Jackson no podía dejar de verla enternecida como si se tratase de una niña pequeña.
—Llevabas mucho tiempo sin ver la nieve ¿cierto?
—Años —Alargó
—Somi, ¿por qué no venías en estas fechas? —Preguntó incómodo, sabía que tenía una terrible relación con sus padres y no estaba del todo seguro si Somi quería hablar al respecto.
Para la sorpresa del formal castaño, ella siguió dibujando pequeñas figuras en las ventanas y sin borrar la preciosa sonrisa que la caracterizaba, contestó.
—Porque mis padres no me querían aquí, así de sencilla es la respuesta, al principio me entristecía, ¿qué padres no quieren a sus hijos en navidad? Era una pregunta que nunca pude responder ni me atreví a preguntar, luego me fui acostumbrando, solo venía una corta temporada de verano y jamás volvía.
