1.28

4.5K 382 11
                                    

28

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

28.CONFESIÓN

CONFESIÓN

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A escasos días de la boda, la futura pareja no podía estar más distanciada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A escasos días de la boda, la futura pareja no podía estar más distanciada. Jackson se mantenía alejado cada vez que Somi trataba de acercarse a él, las pocas veces que pudieron hablar, Jackson se ponía a la defensiva o simplemente la ignoraba. Los desayunos se sentían diferentes, Jackson ya ni siquiera la volteaba a ver, se negaba hacerlo, el simple hecho de tenerla cerca y sentir su aroma en sus fosas nasales, le molestaban, pero el verdadero tormento era durante las noches, donde ninguno de los dos mencionaba nada, donde se podía sentir una fina capa de tensión, incomodidad y tristeza en esa habitación.

Somi tenía la cabeza apoyada en la almohada y los ojos cerrados, Jackson supuso que estaba dormida por lo que optó por salir de la habitación de la forma más silenciosa posible.

La oscuridad cubría su cuerpo mientras se dirigía de forma lenta a la cocina, esa noche, Jackson no quiso bajar a cenar porque estaba cansado de fingir ser una linda pareja feliz, cuando todo era una farsa, incluso sus sentimientos por Somi eran falsos, al menos, él los consideraba así.

Ni siquiera tenía hambre, al ver su cena servida frente a él, su estómago se revolvió del asco. Por más que fingía que estaba bien, no era así, por más que repasaba la escena por su cabeza, no dejaba de sentirse molesto y humillado.
El gran Jackson Wang confesando su amor y siendo rechazado por una simple chiquilla de rostro angelical. Frotó su rostro con ambas manos y gruñó como un animal al ser acorralado por una jauría.

—Podemos hablar o seguirás huyendo como un cobarde— Esta vez su voz sonó firme, no vaciló en ningún momento.

Jackson presionó su mandíbula y ambas manos con fuerza, sintiendo como sus dientes se quebraban y las uñas de sus dedos se clavaban en su palma. Entonces, por fin la enfrentó.

—Cobarde ¿he?— Arqueó su ceja desafiándola con la misma mirada despectiva que tenía ya hace unos días atrás. —Habla entonces— Cruzó los brazos recargando su cuerpo en la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la cocina.

Somi mordió su labio con ansiedad, pero pese a estar asustada, mantuvo su postura, su barbilla en alto, sus ojos chispeantes de furia, y su espalda recta.

—¿Por qué no me has dejado terminar todo este tiempo?

—¿Qué quieres terminar? Creo que ya fuiste clara

—No es así— Negó deprisa. —Lo de la otra noche...

—Lo de la otra noche fue un error— La interrumpió. —Saca esas palabras de tu cabeza y entiérralas en lo más profundo si quieres

—Ese es el maldito problema— Tomó su brazo antes de que este se alejará por completo de ella. El simple tacto de sus manos provocó nuevamente un mar de sensaciones en el castaño.

—Dime el maldito problema entonces— Sus ojos chispeantes de furia se entristecieron mientras los de él ardían, pero no precisamente de la misma forma que antes.

—¿Qué nunca te diste cuenta?— Este frunció el ceño confundido.

—Por el amor de Dios Jeon, habla con claridad

—Maldita sea Jackson, lo que tienes de listo para los negocios lo tienes de torpe para el amor

Desesperado, se acercó hasta ella dando zancadas grandes, logrando que ella retrocediera y su espalda quedara prisionera en la pared. Su respiración se encontraba agitada, su pecho subía y bajaba deprisa mientras sus miradas seguían cruzadas en un eterno silencio.

—Habla maldita sea— Soltó furioso entre dientes.

—El día del lago, donde fingiste ser mordido por una araña ¿lo recuerdas?

—Somi— Soltó impaciente.

—Te quise desde ese día Jackson

Toda expresión se borró de su rostro.  La furia se esfumó así de rápido como apareció. Parecía que Somi había presionado un botón para que su corazón latiera deprisa y su estómago revoloteara emocionado. Confundido, se alejó.

—¿Querer? Realmente lo que implica todo esa palabra o... lo emocional

— Lo emocional, lejos de todo lo material, yo...

—Por... Por qué

—Esa noche quería corresponder tus sentimientos Jackson pero te volviste loco y no me dejaste terminar

—Somi

— Y eres tan malditamente terco para dejarme explicarte

El castaño se removió de su lugar y un impulso extraño por abrazarla se manifestó. ¡Maldita sea! Sentía lo mismo que él. No era un sueño, era real, la emoción lo abordaba como una ráfaga de viento. Era la primera vez que Jackson sentía esa extraña felicidad al ver sus ojos, al ver sus labios, su rostro.

Sintió su mano en su nuca, sus dedos acariciando y erizando su piel mientras su boca subía para apoderarse de la de Jackson. Sus labios calientes y llenos se rozaron ligeramente. Para cuando Jackson reaccionó, abrazó su pequeño cuerpo envolviéndolo con sus fuertes brazos haciendo una ligera presión para que su cuerpo no se separase de él nunca.

—Soy un imbécil— Murmulló en sus labios provocándole una tenue pero encantadora sonrisa a Somi mientras rodeaba su cuello y jugaba con su cabello.

—Lo eres— Lo admitió. El brillo  en su mirada era tenue pero suficiente para que Somi supiera lo que realmente sentía por él.

Sonrió uniendo su frente con la suya, su sonrisa se amplió un poco al sentir los labios de Jackson nuevamente en los suyos.

Se estremeció por el  viento fresco que la rodea como sabana de seda fría, haciendo que su corazón lata más rápido para bombear la sangre caliente por las venas, he inquieta su alma, que ahnela el calor de su cuerpo, su pasion que enciende todo y que espanta el frio de noches solitarias.

La ropa los sofocaba, el ardor del fuego los desnudaba, los  consumía. Jackson, perdido en la sensación que Somi le proporcionaba al acariciarlo con ternura, no dejaba de besarla.

Cuerpos desnudos que caen como hojas, al suelo que se mezclan, acariciandose, besándose, comiéndose mutuamente, en esa pasión,  con sus manos inquietas, recorriendo los  detalles de sus cuerpos que los  vuelven locos, perdiendo la cordura  fundiéndose  en un solo cuerpo, convirtiéndolos en una sola carne, una sola alma.

Dos cuerpos sudorosos, con las llamas enciendidas, de dos almas que se se unieron... que desean unir otra vez sus rios de lava que recorrer por sus  venas impulsado por ese corazón de dos enamorados. De dos almas gemelas... 




The Wang  ››jackson wang‹‹Where stories live. Discover now