23 ~ Borrar

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"Usted está a diez horas de su destino"

¿Podía alguien odiar tanto una voz? Porque junto a la de sus pesadillas, la del GPS entraba en la lista.

La música de la radio había dejado de escucharse hacia varias horas atrás, dando paso a una molesta interferencia que fue sustituida por el único CD con el que contaban. Jungkook juraba que se sabía las canciones de memoria a pesar de que era la primera vez que las escuchaba por la cantidad de veces que estas se habían repetido. Era una melodía extraña y que no variaba demasiado en ritmo entre canción y canción; demasiado moderno para el oído del morado, quizás. Juraba haber escuchado alguna que otra de las canciones del CD mientras la radio funcionaba, indicándole que, como él pensaba, se trataba de un grupo musical relativamente nuevo y de moda. Para su suerte, había logrado controlar un poco de sus habilidades hacia una hora atrás, así que había dedicado sus pensamientos exclusivamente en eso y en ignorar las repetitivas canciones.

-¿Cómo vienes con eso?

-Bien, supongo- el morado no levantó la vista de la pequeña flor que crecía en su palma –Van mejorando poco a poco.

-Me alegra escuchar eso- Jimin sonrió –Aunque de verdad me preocupa que no puedas siquiera manifestarlas.

-A mí también- suspiró y cerró su mano, brindándole completa atención a su compañero –Las cosas han cambiado muy rápido en muy poco tiempo, y eso me tiene intranquilo.

Jimin frunció los labios al escucharlo, seguro de que lo que decía era algo serio. Nada de lo que decía Jungkook era mentira; las cosas habían dado un giro inesperado en cuestión de horas, descubriendo que existen malignos con el control de los cuatro elementos o con la reciente no manipulación de sus habilidades, alterando notablemente no solo a Jungkook sino su realidad al completo. ¿Qué más podía suceder de ahora en adelante?

Jungkook conservaba ahora la mirada perdida en la ventanilla, viendo como el sol se perdía en el horizonte y daba lugar a la noche, intentando calmar su desordenado pensar. Estaba ansioso, enojado, perdido y alterado, confundido por sobre todas las cosas y desestabilizado. Se sentía una hoja a la que acababan de borrar, un documento lleno de palabras que, al ver que ninguna servía, fue borrado y puesto en blanco como al inicio. Sentía su cabeza descartar cada dato e información que poseía porque sabía que de nada le servirían de ahora en adelante, soltar creencias a medida que pasaban las horas y retroceder en el tiempo a la época en la que desconocía absolutamente todo. Porque eso era lo que sentía. Sentía que no sabía nada.

-Oye, Jungkook...- Jimin soltó un pequeño bosteo antes de continuar –sé que estás ansioso por llegar a Tiranza, pero de verdad necesito descansar. ¿Crees que podríamos...?

-Sí, claro- sacudió la cabeza y borró un nuevo dato –Podemos descansar.

El psicólogo asintió agradecido y comenzó a bajar la velocidad para detenerse, finalmente, al costado de la carretera. No era una carretera concurrida, por lo que eran, y posiblemente fuesen, los únicos en recorrerla, así que no sería problema estar allí. Nadie les pondría una multa o algo parecido. Jimin apagó el motor y la radio para ahorrar energía y por fin pudo soltar el volante. Sus manos se mantenían tensas por el tiempo que había conducido y sentía un ligero cosquilleo recorrerle las piernas desde sus rodillas hasta los tobillos.

-Deberías bajar- acotó el profesional luego de abrir la puerta y librar una de sus piernas –Has estado la misma cantidad de tiempo que yo y tus piernas deben estar igual de cansadas.

-Bajaré en un momento.

-Vale- bajó completamente, tambaleando un poco, y asomó la cabeza dentro del coche –pero hazlo. Necesitas tomar algo de aire.

Los cuatro elementos [Kookmin]Where stories live. Discover now