❺❷

1.5K 320 83
                                    

Cerró el maletín con un desgano tremendo. Sentía que sorpresivamente todas sus energías lo habían abandonado, aunque estaba seguro que era a causa de su estado de ánimo.

— HyungHyung... —escuchó a sus espaldas, entonces volteó para atender a su llamado— ¿Acaso no piensas llevarla?

Wonho levantó en su mano derecha la tanga que él había usado en la noche anterior y un violento calor se apoderó de rostro, aunque no sabía si era por la prenda en sí o por los recuerdos que le traía.

— ¡Deja eso! —le quitó la prenda de la mano y la guardó con rapidez en uno de los bolsillos interiores de su maletín— no puedes tocar algo así sin lavarlo.

Wonho rodó los ojos.

— Pero qué dices... —soltó con voz graciosa y le revolvió el cabello— la usaste como dos minutos y luego yo te la arranqué cuando tu me hiciste que...

No pudo seguir escuchándolo. Así que llevó una de sus manos a la boca de Wonho. No era buen momento para recordar cosas como esas.

— No es necesaria la explicación. —afirmó avergonzado— lo recuerdo muy bien.

Wonho arqueó una ceja y apartó su delgada mano con mucho cuidado.

— ¿Todo? —preguntó en tono pícaro mientras se agachaba a la altura de delgado quien llevaba un tiempo sentado en la cama sin ánimos de nada.

Hyungwon sonrió y asintió.

— Todo. —respondió rodeando el cuello de su esposo con sus brazos— además, si no lo recordara, seguramente mi cuerpo me lo recordaría tal como lo está haciendo ahora... —arrugó la nariz tiernamente en una expresión de dolor y Wonho soltó una risita.

— Lo siento quizá fui muy duro contigo a pesar de que me dijiste que hace mucho no habías tenido nada eso... —susurró acariciando su cabello y volviendo a arreglar lo que él mismo había desarreglado— ¿Te sientes bien?

Él delgado se encogió de hombros para restarle importancia al asunto.

— Sí, supongo... Es solo falta de costumbre, pero... —suspiró fuertemente, muy avergonzado por lo que iba a decir— me gustó... Es decir, me gusta así.

Wonho sonrió.

— Bien... Pero me preocupo por ti... —susurró acariciando su mejilla— ¿estas seguro que no necesitas algo?

Sus miradas se conectaron por un lapso de varios segundos y el menor asintió por fin después de estar pensativo todo ese tiempo.

— Sí... —hizo una larga pausa en la que Wonho esperó pacientemente— necesito quedarme aquí, para siempre.

El mayor suspiró ante el comentario y su corazón dolió de la ternura que derrochaba su esposo. Así se sentía estar enamorado.

— Yo también, créeme... —susurró y se acercó a él para darle un lento beso que no tenía la intención de subir de nivel, entonces se separaron y un corto besito selló aquel momento— pero debemos volver ahora y enfrentar. —Hyungwon asintió con tristeza— por favor no te pongas así, míralo como una oportunidad... Entre más rápido termino el trabajo, más rápido podremos salir de todo este embrollo.

Sus miradas volvieron a conectarse y después de no encontrar rastros de mentira en Wonho, decidió darle la razón. Se unieron en un abrazo y se encargaron de impregnar bien en sus narices el aroma del otro como si no quisieran olvidarlo aunque pasaran mil años. Hasta que finalmente Wonho dejó un cálido beso en su frente, luego otro en su cabello y finalmente lo incitó a ponerse de pie para dejar el último en su boca.

La Visa Nos Unió  Where stories live. Discover now