Capítulo 4: Mentiras

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«Lo único que hace emocionante el matrimonio es la infidelidad.»
Oscar Wilde


La búsqueda duro toda la noche, pero los esfuerzos fueron en vano.

—Tengo algunas cosas que me gustaría preguntarle Señor Zhao.— En la familia Zhao, la investigación continuaba. Li Yongzhen se apoya en la chimenea puramente decorativa de la casa.
El amanecer se reflejaba en las ojeras de una madre que no pudo conciliar el sueño y las preguntas fueron al padre del niño desaparecido —Usted no se encontraba ayer por la tarde en la casa ¿A qué lugar fue y con quién estuvo?

Zhao Lishu, el padre del niño desaparecido, dijo: —Fui a la empresa...

—Por favor, diga la verdad— Li Yongxuan le interrumpió fríamente —¿Le gustaría pensarlo otra vez?

Lu Yi lo miró y solo pensó en la singularidad del yin y el yang de Li Yongzhen, era  como un espía en una serie de televisión, siendo elegante y sutil.

—Yo, realmente fui a la empresa—, Zhao Lishu parece haber sido sacudido, estaba asustado y nervioso mientras hablaba, se golpeaba la nariz. —Mi secretaria puede testificar, puedo pedirle que lo confirme. 

—¿Secretaria?— Repitió Li Yongzhen. Acentuando la palabra «secretaria»,  que en su boca sonaba un tanto vulgar.

—Sí, mi secretaria, la señorita Chen Ping—, Zhao Lishu busco en los contactos de su celular —Tengo su teléfono aquí...

—Me temo que la señorita Chen no puede ser su testigo— Li Yongzhen lo interrumpió sin rodeos

—Dado su relación personal con ella, es... discutible.

La cara de Zhao Lishu cambió al momento.

Después de escuchar esto, la Señora Zhao, que parecía moribunda, resucitó en el acto. Independientemente de la presencia de la policía, cual tigre saltó sobre su esposo, desenfundando sus brillantes uñas rojas, mostrando las garras a su marido —¡Fuiste tú! ¡Fuiste tú! ¡Tú zorro asqueroso! ¡Lastimaste a mi hijo!

La Señora Zhao, en ese momento actuó de una manera un tanto exagerada, mostrando los dientes. No fue excesivo decir que tomó la apariencia de una perra.

Zhao Lishu quien estaba frente a la policía, no quedó bien parado al intentar evitar el ataque de su loca esposa y atrapar su muñeca —¿Qué estupidez estás diciendo? ¿Neurótica?

Los ojos de la Señora Zhao estaban rojos, y la apariencia de la dama débil y lamentable de antes había desaparecido. En un abrir y cerrar de ojos y la cara del Señor Zhao tenía algunas manchas de sangre, dando la apariencia de una primavera muy colorida.

Aunque Li Yongzhen estaba dispuesto a seguir viendo el drama familiar, debía detenerlo, pues todavía había un niño desaparecido al que no sé sabía si estaba vivo o muerto. Al final, no puede dejar que la refriega familiar continuará frente a él, así que tuvo que toserle a la mujer policía que estaba a su lado —¿Qué estás esperando?

La policía se despertó como de un sueño, y lanzó una mirada despectiva a su jefe, mirándolo con desdén y pensando desde el fondo de su corazón «Nada bueno puede venir de esto».
Luego, aprovechó la oportunidad para dar un gran paso hacia delante de la Señora Zhao, sirviéndose del estado en el que se encontraba la mujer, la sujeto de la cintura para poder arrastrarla.
La esposa loca miro con un par de enormes ojos, ojos que casi se salían de sus cuencas, era algo aterrador.

Señalando al Señor Zhao alzó la voz: —Oficial, no creo que tenga nada que investigar, es decir, mi marido es un inmoral, ha estado engañandome con su amante, rompiendo la relación entre un hombre y una mujer. ¡Ellos se llevaron a mi hijo! ¡Tienes que conseguirme justicia!

Gǒu (狗) - Perro de PriestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora