Familia Kiyama

Capítulo 5: Estrellas fugaces

- ¿Estas seguro de que te dejaran ir? Oí que estas expulsado del instituto - dijo la mujer entrando al salón, siendo seguida por el adolescente.

- En el caso de que Hiroto se oponga solo tengo que ponerle cara de pena a Mido - dijo el adolescente sentándose en el sofá.

-  Eso es jugar sucio, sabes perfectamente que Midorikawa no podría decirte que no y usas eso a tu favor...- dijo la mujer de cabello verde mientras cambiaba canales hasta dejarlo en un noticiero - Sabes que si haces eso Hiroto se enfadara aún más, ¿No?

Kariya fruncio un poco el ceño y se cruzó de brazos, mirando con enojo al presentador que daba el tiempo.

- Que yo recuerde no he pedido tu opinión, así que por favor cállate - dijo el joven de piel morena mientras se fijaba en las noticias.

- Soy la voz de tu conciencia, así que o me haces caso o te quedas sin regalos de Navidad para el año que viene - amenazó la mayor.

Media hora después la puerta de la casa se abrió, dejando oír como los dos dueños de la casa entraban hablando de algo, armando un poco de escándalo.

- Ya te he dicho que no pasará nada si lo llevamos con nosotros - dijo el adulto de cabello verde con una expresión triste - Por favor, si lo dejamos aquí solito no se sentirá querido...

- Ryuuji, lo han expulsado de la escuela, llevarlo con nosotros de acampada sería como premiarle - intento explicar el pálido pelirrojo mientras entraba al salón, seguido de su pareja.

Ambos recién llegados entraron al salón y se encontraron con su hermanastra y su hijo adoptivo en el sofá, ambos viendo la televisión tranquilos.

- Bienvenido - saludó la adulta de cabello verde.

- Hola - dijo Kariya tranquilo, sin quitar la vista del televisor - ¿Ire de acampada o no?

- No - contestó el pelirrojo con seriedad.

- Si - contestó el moreno mayor al mismo tiempo que su pareja.

- Me confunden - respondió el menor de la habitación mientras se cruzaba de brazos, mirándolos.

- Si Masaki no viene con nosotros tampoco iré yo - dijo firmemente el moreno de cabello verde, cruzándose de brazos.

- Ryuuji, esta castigado - le contesto el pelirrojo cruzándose de brazos mientras miraba a su pareja.

Masaki suspiró, levantándose del sofá y dirigiéndose lentamente y en silencio hacia las escaleras que daban al segundo piso, entrando en su habitación y acostándose en la cama mientras miraba el techo, interiorizando que no iría de acampada con sus tutores.

- Perfecto, ahora están peleando por mi culpa - se dijo a sí mismo mientras suspiraba nuevamente - Joder...- murmuró para sí mismo.

Pasaron aproximadamente 20 minutos hasta que escucho unos leves golpes en la puerta.

- Masaki - dijo la voz de Hitomiko desde detrás de la puerta - La cena estará en 5 minutos - avisó.

Eso le dio a entender algo, sus tutores no estaban en casa. Supuso que eso quiso decir que se habían reconciliado y se habían ido de acampada solo ellos.

Suspiró nuevamente y se sentó en la cama, estirándose un poco mientras miraba por la ventana, los últimos rayos de luz ya se estaban por esconder y unos tonos azules inundaban el cielo.

- Ya se pueden ver algunas - murmuró Kariya mientras miraba las primeras estrellas que aparecían en el cielo, sorprendiéndose un poco al ver pasar una estrella fugaz - Demonios...no pedí ningún deseo - murmuró para si mismo mientras cerraba las cortinas y salia de su habitación.

Bajo con tranquilidad las escaleras, preguntándose que cenarían aquel día, fantaseando en que quizás podría ser arroz con ternera o algo parecido.

- Aquí tienes - dijo Hitomiko mientras le entregaba una bolsa con dos fiambreras y algunos bollos dulces - Hiroto y Ryuuji te esperan fuera, no los hagas esperar - sonrió la mujer.

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Feliz navidad~