La familia de tres integrantes se encontraba en silencio mientras se dirigían a las montañas.
El viaje iba a ser largo y aparentemente muy silencioso.
Kariya miraba por la ventana, aburrido, le emocionaba ir a ver la lluvia de estrellas pero esa situación le ponía nervioso, incluso más sabiendo que fue por su culpa estar en aquella incomodidad.
- ¿Queréis que ponga algo de música? - preguntó el tutor de piel morena para intentar calmar aquella incomodidad que estaban sintiendo los tres - Tengo algunos discos que quizá podrían gustarnos a todos - dijo con una dulce sonrisa.
- Pon lo que quieras, pero que no sea muy ruidoso - dijo el pelirrojo, relajándose un poco.
- Por favor, dime que no son esas canciones raras que escuchabas cuando tenías mi edad - dijo el más joven de aquel automóvil, suspirando al recordando aquellas canciones extrañas que escuchaban sus tutores de vez en cuando.
- Yo traje los discos, yo escojo la música - dijo el de cabello verde mientras metía un disco al reproductor, comenzando a cantar al son de la canción que empezó a sonar.
- Esta es buenísima - dijo el de gafas mientras empezaba a cantar a dueto con Mido.
Kariya observaba desde el asiento trasero a sus dos tutores, sin notar que una sonrisa apareció en su rostro al ver la escena que estaban montando sus alegres padres adoptivos.
Tras más o menos 2 horas y media de camino el menor se había quedado completamente dormido, era observado por Mido, el cual lo miraba por el espejo retrovisor, sonriendo con tranquilidad al ver a su pequeño retoño dormido tranquilamente.
- Sigo pensando que no merecía estar aquí - dijo con seriedad el adulto pelirrojo frunciendo levemente el ceño.
- ¿Vas a seguir con eso? - preguntó el moreno de cabello verde, también frunciendo levemente el ceño - Haberlo dejado castigado en casa solo habría conseguido que nos odiara más...
- ¿¡Y qué es mejor!? ¿¡Premiarlo por haber hecho una mala acción!? ¿Así es como piensas criarlo? - gritó entre susurros el de gafas - Lo estas malcriando y lo sabes bien...
La discusión entre ambos adultos continúa durante varios minutos, ninguno de ellos se dio cuenta que al inicio de la discusión estaban siendo escuchados por el más joven de los tres, el cual se había despertado por el ruido.
Kariya seguía con los ojos completamente cerrados, deseando no haber oído aquello, sintiendo un repentino dolor de estómago mezclado con un nudo en su garganta... era una sensación horrible, deseaba con todas sus fuerzas que aquello parara, tanto la discusión como aquella repentina incomodidad y dolor.
El muchacho no supo en que momento sucedió, empezó a notar un líquido bajando por sus mejillas, se sentía realmente culpable de saber que aquella discusión, entre la pareja que más se amaba en el mundo, había sido causada por su culpa...
Consiguió que la discusión entre ambos adultos se detuviera...
- ¿Masaki? - preguntó con preocupación la voz de su tutor de cabello verde - ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? - preguntó.
- Hay una estación de servicio a 10 minutos, espera un poco y pararemos allí - dijo el pelirrojo mientras aceleraba un poco la marcha.
- No es nada, estoy bien - dijo el moreno menor.
- Si estuvieras bien no estarías llorando - dijo esta vez el moreno mayor.
- Estoy bien, solo soñé con mi padre...- mintió el menor, tratando de quitarle importancia al asunto.
Lo que él no sabía era que aquellas simples palabras habían asustado un poco a sus dos tutores, los cuales no sabían cómo actuar ante aquella situación...ante el recuerdo de un abandono...
*********************
Hola, hago una aparición estelar para pedir disculpas por haber tardado tanto en subir capítulos, la verdad es que no he tenido demasiada imaginación en este tiempo, pero leer sus comentarios me ayuda muchísimo para poder continuar con las historias, muchas gracias por seguir leyendo ❤
DU LIEST GERADE
Familia Kiyama
FanfictionEl día de clase que hacía arder a Kariya Masaki en odio estaba por llegar, el día de clase abierta, un día en el que los padres y madres de los alumnos podían ir a ver como sus hijos atendían en las clases. Él realmente odiaba ese día, odiaba ver a...
