- Lucía, ¿Que te hemos dicho papi y yo sobre las palabrotas?- Mire a Ian arrepentida.
- Que una princesa no las dice..- Jugué con mis dedos.
- ¿Y de quién es esta princesita?- Está vez pregunto Marcus.
- De Daddy y papi.. -
– Lucía arriba ahora. Desayunamos y hablaremos, no te libras de esta señorita.– Abrí los ojos y me estire.
– ¿De que te ríes?– Le pregunté a Ian.– Es de mala educación reírse de otra persona en su cara.–
– ¿De verdad me estas hablando de educación? ¿Tú? Arriba. Ahora.– Me quito las sábanas y comenzó a caminar hacía la planta de abajo.
Mire mi móvil un momento y tenia bastantes mensajes de Ares. Ya los miraría.
Con toda la calma comencé a bajar las escaleras y ha sentarme en la mesa.
[...]
Después de comer en completo silencio, Marcus e Ian me cogieron y me llevaron a rastras hacía el salón donde me obligaron ha sentarme. Enfrente mía había una hoja y un boli, raro.
– Hay que hablar de las reglas.–
– ¿Que...reglas?–
– Las tuyas bebé, eres una completa malcriada y no aprovechas nada. Si fuera por mí ya tendrías el culo morado. Dale las gracias a Marcus.– Miré a Ian y tragué saliva. Estaba cruzado de brazos y tenía una mirada escalofriante.
– Las apuntaras de tu mano swetty, osea que acércate a la mesita. – Me senté en el suelo lentamente y cogí el boli.
– Ten en cuenta, de que si rompes alguna de estas reglas no podrás sentarte en días..–
– ¿So..solo eso?– Tragué saliva.
– A nosotros nos gustan las niñas buenas bebe, las obedientes, las que cuando llegamos a casa nos reciben con abrazos y muchos besos. No queremos malcriadas. Si te portas bien te daremos premios nena, regalos que ni te imaginas. Te mimaremos hasta la saciedad. Pero si no.. Lamentarás haberte portado mal.– Ian se agachó y me acarició la cara con su mano.
– No.. quiero.– solloce
– Pruébalo una semana, si no, prometemos parar.–
Cortito pero tengo un nuevo beebee
Y estoy muy feliz uwu
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