MITAD ÁNGEL, MITAD DEMONIO Y AÚN ASÍ SOY HUMANA (SUPERNATURAL) #1

CAPÍTULO 2. WENDIGO (III)

Capítulo 2. Wendigo (III)

_____(Tn)

Empezamos a caminar para llegar al campamento del hermano de Hailey antes de que oscureciera; me sentía extrañamente molesta al estar rodeada de tanta vegetación, era algo nuevo para mí y no ayudaba saber que había algo en aquel bosque.

-Roy dijiste que habías hecho algo de caza-mencionó Dean caminando al lado de Roy.

-Sí, mucho más que algo-respondió seco.

- ¿Qué clase de animales salvajes has cazado? -preguntó Dean, sabía que no le interesaba en lo absoluto.

-La mayoría antílopes, pero algunas veces osos-respondió orgulloso.

-Dime, ¿fue a Bambi o Yogui a quien cazaste? -le preguntó Dean haciéndose el chistoso, Roy lo tomó por los hombros con el ceño fruncido, todos nos detuvimos- ¿Qué es lo que haces, Roy?

Roy tomó una rama caída en el suelo y con esta topó el suelo enfrente de Dean, accionando una trampa para osos. Roy miró a Dean con una sonrisa de suficiencia.

-Deberías fijarte donde pisas, guardia forestal-se mofó para luego seguir su camino.

-Es una trampa para osos-declaró Dean con una sonrisa fingida y siguió caminando, su ego estaba dañado.

Volvimos a caminar por el bosque sumidos en el silencio. Roy y Dean adelante, Hailey y Ben en medio y Sam y yo al final.

- ¿Me dirás qué sucede contigo y con Dean? -me preguntó Sam tomando desprevenida.

- ¿Quiénes diablos son? -le preguntó molesta Hailey a Dean, quien nos miró y nos dio la señal de que le iba a contar.

Sam y yo seguimos caminando dejando a Hailey y a Dean atrás.

-No sucede nada con Dean-respondí sin mirarlo.

-No mientas, -replicó, estaba demasiado tranquilo-desde que fuimos a casa de Hailey, has estado callada y con el ceño fruncido, ¿Qué te ocurre? -me miró con el ceño fruncido, le frustraba no saber qué me ocurría.

-No en gusta este caso, es todo-expliqué encogiéndome de hombros, restándole importancia.

-_____ (Tn), una cosa más-dijo, lo miré expectante- ¿Por qué Dean no te deja conducir?

Asentí levemente, mis labios formaron una fina línea mientras recordaba lo que había ocurrido aquella noche, esos ojos...

- Dean y yo teníamos un caso, estábamos bebiendo en un bar; Dean se fue un momento para acostarse con la mesera y yo tomé las llaves del impala-Sam me escuchaba atentamente, fruncí el ceño-conduje ebria, pasó un camión y en conduje el auto fuera de la carretera y me estrellé contra un árbol. Terminé en el hospital, Dean llamó a papá explicándole la situación y que tenía heridas graves, él regañó a Dean por su irresponsabilidad, pero fue mi culpa-mi corazón dio un vuelco, la culpabilidad volvió a mi-Yo conduje, él no. Siempre que veo a Dean recuerdo su expresión cuando desperté en el hospital.

Tragué sonoramente al recordar aquellos ojos verdes observándome, se veían apagados y Dean tenía un semblante frío e inexpresivo. Cuando recordé lo que había ocurrido me sentí como una idiota, pero la culpa era la que persistía.

- ¿Estrellaste el auto? -preguntó incrédulo.

-Fue una suerte que saliéramos ilesos, no hubo ningún lesión ni secuelas-expliqué lanzando un suspiro, Sam me veía preocupado.

- ¿Por qué no me llamaron? -preguntó con el ceño fruncido-Estabas en el hospital, Dean tendría que haberme llamado y hubiera dejado todo para verte...-Sam no pudo terminar la frase porque Roy lo interrumpió.