Trip

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—Una semana después —

-Este amigo tuyo, ¿has hablado con él alguna vez?-

-No, mi silencio es para todos, a excepción de ti claro —besa la sien de Lena —y no es por desconfianza, James ha demostrado ser leal, pero temo que de involucrarlo más, resulte herido, ese mismo miedo siento contigo-

-Me importa tu sentir, yo no temo, solo quiero ser parte de tu vida-

-Y lo serás cuando no hay peligro-

Ambas caminaban cerca del río Missisipi tomadas de la mano, eran las cinco de la mañana por lo que habían hecho un poco de ejercicio antes de tan solo andar lentamente, apreciando el alba que resultaba no verse demasiado, pero lo que las nubes oscuras permitían les era suficiente. Zor-El conversaba sobre su pelirrojo amigo y ahora fotógrafo principal del diario local, demostrando ser eficiente en su trabajo, ganándose un contrato permanente, algo que por supuesto festejaron con un par de cervezas y alitas BBQ.

-Mis amigas insisten en conocerte-

-No es conveniente involucrar a más personas Lena, yo te quiero y por ello soy sincera contigo, de no ser por eso, nunca hubiese hablado respecto a mi pasado-

-Quiero que respondas —se detiene frente a la rubia quien asiente — ¿Por qué te buscan con tanta insistencia?-

-Lena... —retrocede pasándose las manos de manera brusca por el rostro y cabello.

-Por favor, quiero saberlo-

-Zor-El es mi apellido —Lena la mira para siga — Uno de los más importantes de Rusia, o lo era hasta que solo he sobrevivido yo-

-¿Cómo Anastasia?-

-Es una semejanza escabrosa, pero si, mi familia corrió la misma suerte, la tragedia de perderlos a todos-

-Entonces, ellos... ¿quieren asesinarte? —cuestiona aterrada.

-Lo desean, pero me mantuvieron con vida después de huir del orfanato, siendo parte del ejército como cadete pero al escapar, por fin pude venir a este país, necesitan hacerme hablar, lo han intentado por años pero claramente no lo han logrado, quieren aquello que solo un Zor-El sabe de su ubicación-

-Te han hecho mucho daño —acaricia las mejillas de la rubia y besa sus labios — Gracias por confiar en mí-

-No agradezcas —le rodea la cintura — Yo siento que puedo confiar, con solo mirar tus hermosos ojos-

Sonríen antes de volver a unirse en un intenso beso, bajo la sombra de un árbol, sintiendo la brisa del río tan gratificante para sus cuerpos que comenzaban a arder de una manera pasional, pues durante los próximos días despué de haber estado a punto de involucrarse, han compartido algunos momentos cercanos y defintivamente ambas lo deseaban pero la rubia se resistía como ahora,                separando sus manos y cuerpo lentamente de la pelinegra quien hace un puchero, abrazándola nuevamente.

-Terminaré violándote sí continúas negándote —bromea y Zor-El ríe — Aunque no lo creas, soy bastante fuerte-

-Ah, Linda Lena —suspira, deslizando suavemente los dedos enel rostro de la mencionada — Me encantaría verte intentarlo-

-No podrás acusarme de abuso sexual sí lo consigo-

-Trato-

Zor-El estaba intrigada, era algo que esperaba ver aunque fuese considerado un deseo raro, por la falta de cordura pero no, ella tiene traumas pero nunca ha sido una mala persona, se ha defendido al grado dar palizas a extraños, sin embargo nada es porque lo quiera, siempre evita conflictos aunque estos la encuentran como la mosca a la miel. Guarda rencor como todo ser humano, odia a los hombres que le arrebataron a su familia, y quiere justicia, y no, no quiere asesinarlos, solo hacerlos sufrir el resto de sus vidas en la prisión militar, donde los traidores eran repudiados y maltratados por aquellos quienes fueron sus compañeros en el campo de batalla. Esos pensamientos oscuros eran los únicos en su mente, teniendo esperanzas en que el Teniente le ayudase, ella sabía que el General no triunfaría por siempre.

Alas De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora