Polos Opuestos [Misana][G!P]

Capítulo 8

Ya la clases habían comenzado y la japonesa se mantuvo alejada de Mina toda la mañana, Sana quería estar cerca de Mina pero sabía que si ella estaba a su lado podrían ocurrirle cosas horribles, y eso era lo que Sana no quería, que le pasara, por eso toda la mañana mantuvo distancia de la chica de flequillo.

— Sana~~ Comamos juntas— dijo Mina agarrando la mano de la japonesa.

Sana soltó la mano de Mina y la alejó.

— Oye... ¿Que sucede?— pregunto Mina haciendo un puchero.

— N-nada... Solo tengo algo que hacer— dijo Sana para luego salir del salón de clases.

La japonesa se dirigió a la terraza, ahí nadie la iba a encontrar ya que ese lugar solo lo conocían unas pocas personas.

— ¡¿Que haces idiota?! ¡Deja de alejar a Mina!— Momo invadía la mente de Sana.

— Déjame en paz... Yo se lo que hago.

— Si, tu sabes lo que haces, estas alejando a Mina.

— ¡No la estoy alejando, quiero protegerla!— reclamó la japonesa.

— ¿Sana?— alguien había llegado a molestar a la japonesa.

— ¡¡Ahh!! H-hola Nayeon unnie, ¿que haces por aquí?— preguntó Sana nerviosa.

— Vine a dejar estas plantas... ¿Y tú...?
¿Con quien hablabas?— dijo la mayor arqueando una de sus cejas.

— Este... Pues— a la japonesa no se le ocurría ninguna escusa.

— Dile que estabas hablando con tu madre por teléfono— Momo interrumpió entre los pensamientos de Sana.

— Estaba hablando con mi madre por teléfono— dijo Sana riendo incomodamente.

— Ah... Bueno Mina estaba preguntando por ti, así que creo que es mejor que vayas a hablar con ella— Nayeon dejo la planta y se fue.

La japonesa soltó un gran suspiro de alivio al ver que su mayor se fue.

— Debes tener cuidado Sana chan— hablo Momo.

— ¡Es tu culpa! No deberías entrar en mi mente como si se tratara de tu casa— ya Sana estaba cansada que Momo siempre se metiera en su mente.

—Bueno entonces no lo volveré a hacer— fue lo último que dijo Momo para luego dejar a la japonesa en paz.

Sana sabía que lo que dijo mejor amiga era mentira, siempre decía que se iba a dejar de meter en su mente pero nunca lo cumplía.

Sana evito el llamado de Mina y se fue directo a sus clases, la chica del flequillo no paraba de ver a la japonesa, Sana solo desviaba su mirada y se concentraba en lo que decía el profesor.

Las clases terminaron y la japonesa salió rápidamente de la universidad para evitar cualquier contacto con Mina, el camino a su casa fue tranquilo, sus enemigos no la atacaron y eso le dio un poco de descanso

Algunas veces se cansaba de tener que enfrentar cada día a los molestos de sus enemigos, pero ese día no aparecieron y Sana pudo ir a su casa tranquilamente.

Al llegar a su casa lo primero que la japonesa vio fue a uno de los subordinados del señor M.

— Buenas tardes Sana, perdón por la intromisión en tu casa, el Señor M me envió, desde ahora dejaras esta casa y te mudarás con la hija del señor M, la misión es protegerla, no debes decir nada de lo que te estoy diciendo, ella no debe saber que tú vives con ella para protegerla, así que debes decirla que te mudaste por que el alquiler era más barato. Espero que te lleves bien con la hija del señor M, él confía en ti y por eso dejó a su hija en tus cuidados. Sin nada más que decir me iré, hoy mismo te mudarás así que empaca tus pertenencias y dirígete a esta dirección.

— Entendido— dijo la japonesa obedeciendo.

Sana empacó todas sus cosas y salio a la dirección que le habían indicado.

~~~

— ¡¿Una desconocida se va a mudar conmigo?!— reclamaba Mina a uno de los empleados de su padre.

— No se altere señorita Mina... Él solo quiere que empiece a tomar responsabilidad de su vida y decidió que sería lo mejor, esa persona la va a ayudar con los pagos del piso y todos los costos así que no se preocupe— dijo el joven.

— Bien... No se a que quiere llegar con esto mi padre, no me agrada tener que vivir con una persona que nunca he conocido, ¿Como se le ocurrió eso?— pregunto Mina.

— No lo sé... Solo le estoy informando sobre lo que su padre me dijo.

— Ya veo... ¿Cuando se mudará?— indagó la chica de flequillo.

— Sobre eso... Ya sus cosas están en el departamento, mientras estaba en clases las llevamos a su nuevo hogar— dijo el hombre.

— ¡¿HOY?! MI PADRE ESTÁ LOCO— dijo Mina alterada — ¿Como quiere que se mude a mi departamento alguien desconocida, ¿y si es un violador? O un asesino... No quiero...— dijo Mina quejándose.

— Pues ya todo esta hecho, así que no hay más nada que yo pueda hacer por usted, lo único que me dijo su padre era que ahora tendría una compañera de piso.

— Bien... Tendré que aceptar, se que mi padre quiere lo mejor para mi...— dijo Mina

El hombre obedeció y en menos de dos minutos ya Sana estaba de camino a su nuevo departamento.

— ¿Que es lo que quiere mi padre con esto?— pensaba Mina mientras miraba por la ventana como el empleado salía

Mina se cansó de esperar que llegara su compañera y fue a tomar una ducha.

— ¿Quien será mi compañera? Ya quiero ver con quien estaré viviendo estos días— pensaba Mina mientras se duchaba—Oh mierda... Mi toalla la dejé en la sala. Tendré que ir por ella— dijo Mina saliendo del baño.

La chica salió del baño y cruzo casi todo el departamento para buscar la toalla, llegó al salón y busco dentro de las cajas su toalla.

— ¿Donde carajo esta?— se quejaba Mina.

Solo faltaba un cajón por abrir y cuando Mina iba a abrir la caja la puerta de la entrada se abrió dejando ver a una chica desnuda y avergonza, y a otra chica completamente sonrojada por la imagen que acababa de ver.

Mina reaccionó cubriendo su cuerpo con sus manos mientras que la contraria sólo volvió a salir del departamento.

— No puede ser... Sana me vio desnuda...— fue lo que pensó Mina para después tomar la toalla y salir corriendo a su habitación.

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