Cuerdas y rosas de tinta (JIHAN)

5

Esa semana al fin empezó a trabajar en la compañía de su viejo amigo Seungcheol. Aquí conoció a un tipo que lucía muy serio por el aura que emitía y que era absurdamente alto, por lo que le incomodo el saber que este sería el encargado de enseñarle las instalaciones del edificio y explicaría de que se encargaría y sobre quienes era jefe. Al final Mingyu resultó ser un joven muy agradable y divertido, aunque algo torpe.

Mientras se paseaba por una zona, vio una cabellera rubia que conocía, pero desapareció antes de que pudiera acercársele, además de que no podía dejar de repente solo a Mingyu, quien con amabilidad le explicaba todo.

Entre las cosas que contaba, estaba el hecho de que intentaban expandir la compañía al extranjero, por lo que Seungcheol estaba invirtiendo en conseguir la confianza de empresas de afuera realizando proyectos en conjunto, así que ahora tenían vacantes para el departamento de relaciones internacionales y de momento solo habían tres personas, entre esas un practicante que sabía de idiomas y negocios, quien ayudaba en ese área pero que era muy joven y algo inquieto.

- ¿Inquieto? – Pregunto con extrañeza por el tono en que lo dijo, a lo que Mingyu asintió y se llevó la mano a su nuca con vergüenza al tener que explicar eso.

- Suele distraerse coqueteándole a alguien y no es sorpresa verlo llegar con alguna marca de chupón en el cuello, y luego ver que alguna trabajadora de otra área también esta con su cabello y ropas algo desordenadas – Susurro para que solo Jeonghan escuchara. Este frunció el ceño ante aquella información.

Quería enojarse con Joshua por aquello, pero esa actitud tan coqueta y traviesa le recordaba a sí mismo. Realmente se parecían y no le gustaba. Joshua no debería ser de esa forma.

- ... Como te digo, nuestra cafetería es bien completa y tiene un precio decente, pero si deseas un ambiente más tranquilo te recomiendo un lugar que queda a unas cuadras de aquí llamada "Fennec Fox". Debo confesarte que más que su café, voy allá por el dueño, porque créeme cuando te digo que es el hombre más atractivo que he visto, por lo que... - No estaba poniendo real atención a lo que decía Mingyu, quien resulto ser muy hablador al entrar en confianza. Miraba de reojo a su alrededor, deseando ver a Joshua, pero sin tener suerte.

Durante los siguientes días se dedicó a adaptarse bien al trabajo y familiarizarse con la gente, sintiéndose aliviado de que esta gente tuviera mejor sentido del humor y gustos, pues descubrió que en la hora de receso había un tal Minki junto a sus compañeros de trabajo cantando casi a gritos canciones de Lady Gaga.

Eran bastante ruidosos y animados en las horas de colación, pero resultaban todos ser muy responsables y correctos al momento de trabajar. Estaba maravillado, ¿Por qué no conocía antes a esa empresa?

Durante días espero encontrarse con Joshua, pero no tenía suerte y luego se dio cuenta de que este ya debería saber que fue contratado, así que intenta evitarlo lo máximo posible. Era triste, pero lógico.

Hasta que casi dos semanas después, logro al fin verlo de frente, sin darle oportunidades de escapar.