FIN

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Ambos asintieron de acuerdo, repitiendo aquello varias veces para no olvidar ningún detalle y decidir algún otro ante nuevas preguntas que les nacían.


Cuando escucharon un grito agudo los dos se pusieron de pie para ir a su origen, descubriendo que su hijo se había golpeado el meñique del pie contra un mueble del baño mientras vestía solo su toalla y tenía cara como si fuera a llorar. Este al verlos llegar, con orgullo aguanto el dolor y dijo que no era nada.


Como ya no tenían nada que hacer, Jeonghan se puso a ayudar a su hijo a vestirse y secar su cabello, mientras el de piercing se afeitaba y luego se ponía a ordenar todo hasta que fuera perfecto, una manera que encontraba para calmar sus nervios y que al mayor le gustaba porque dejaba impecable la casa.


Jugaron un poco con el gato que tenían de pelaje negro y corto, llamado Orión. Finalmente llegó la hora de dormir de Sanha en donde los adultos esperaban que se olvidara de aquel tema, pero antes de ir a su habitación tomo de la mano a los dos para llevarlos hasta allá, a lo que ellos se miraron algo nerviosos, pero encontraron calma al ver que estarían juntos y uno podría corregir al otro si es que se equivocaba.


El pequeño de cabello castaño y suaves mejillas se acomodó en su cama y luego los miro con emoción – Papi, cuéntame la historia de amor de como conociste a appa – Pidió, no pudiendo controlar sus pies que se movían bajo las mantas.


Joshua aguanto un suspiro al ser él quien tendría que hablar, así que tomo la silla del escritorio del pequeño para sentarse cerca de la cama. Cuando sintió los manos de Jeonghan sobre sus hombros, dándole un confortante masaje, se animó a empezar.


- Nosotros nos conocimos antes de que tu nacieras, hace ocho años. Tú el próximo año cumplirás esa edad – Conto con una nostálgica sonrisa – Nos conocimos gracias a nuestros trabajos en un día de primavera – Por el momento había dicho la pura verdad, tan solo omitiendo ciertos detalles, por lo que no estaba nervioso.


- ¿Se conocieron donde tío Cheol? – Pregunto con curiosidad, a lo que estos negaron.


- Fue un poco antes de eso. Hannie tenia mucha hambre y buscaba algo que comer, y en ese entonces yo trabajaba como... - Fue interrumpido.


- Panadero. Shua era quien mejor amasaba, por lo que preparaba unos panes y pasteles deliciosos – El rubio fulmino con sus ojos al mayor, pues esa no era la historia que habían decidido. Se aclaró la garganta para pensar en que improvisar para continuar, pues eso se desviaba totalmente de la idea principal – Tío Jun fue quien me dijo de un pequeño pero maravilloso lugar donde comprar algo dulce – Dijo en un tono confidente, ignorando los ojos de pánico del de tatuajes al estar pensando rápidamente en algo.


- Si, pero yo trabajaba solo estando en la cocina amasando, así que no hablaba con los clientes. Pero siempre escuchaba una hermosa voz que halagaba los míos con mucha emoción – Logro inventar en segundos, sintiendo que dijo lo correcto al ver las mejillas de su hijo abultarse en una adorable sonrisa.


- Yo siempre preguntaba, ¿Oh, quien será el dueño de esas gloriosas manos que hacen algo tan delicioso? – Dramatizo el de angelicales rasgos, recibiendo un codazo por parte del que estaba sentado – Tu sabes hijo que la mejor forma de llegar al corazón de alguien es por la comida, así que yo deseaba conocer a esa persona, porque lo quería solo para mí, que me preparara cosas deliciosas todos los días – Siguió hablando con una traviesa sonrisa, pues a Joshua ya empezaron a sudarle las manos.

Cuerdas y rosas de tinta (JIHAN)Where stories live. Discover now