Capítulo 2 | Destino: Grecia, Creta

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—¿Cómo lo vamos a hacer? —Preguntó Elizabeth observando la pantalla del ordenador de Liam.

—Yo aún tengo que preguntárselo a mi madre, y no sé cómo convencerla para que me deje ir —expuse tumbándome en la cama.

Habíamos quedado todos para pensar lo que tanto tiempo llevábamos planeando: viajar juntos a Grecia y quedarnos el verano completo. Tal vez se trataba de un proyecto bastante ambicioso que sobrepasaba el presupuesto del que disponíamos cada uno, pero conseguimos ahorrar lo suficiente como para poder pagar el viaje a Grecia y quedarnos en un complejo de apartamentos rurales en Creta, tan solo a algunos nos faltaba el permiso de nuestros padres, y como no, yo estaba incluida en ese grupo.

—Lo aprobaste todo y con muy buenas notas, yo creo que te dejará ir —dijo de nuevo Eli.

—Sí, seguro que le parecerá genial que me vaya todo el verano con mi novio y mis amigos —comenté irónicamente.

—Tú dile desde ya los planes que tenemos para que se lo vaya pensando —agregó Harry.

Me apetecía muchísimo hacer este viaje y sería increíble que me dejasen, pero aparte de con mi madre también tenía que hablar con mi padre; cada verano me quedaba un mes con él y esos eran los únicos días que podía estar con él en todo el año. No verle en tanto tiempo me dolería bastante y le echaría muchísimo de menos, pero tal vez me entienda.

                                                       [...]

Tenía el número de mi padre marcado, pero aún no me atrevía a pulsar el botón de llamada, no quiero que pueda llegar a sentirse desplazado de ninguna forma, desde la separación nuestra relación ha cambiado bastante debido a que me he acostumbrado mucho más a estar con mi madre.

¿Cómo convencía yo a mis padres para que me dejen viajar hasta Grecia sola con mis amigos? No se me ocurría ningún plan viable para asegurarme el sí, por lo que tan solo me quedaba confiar en la suerte. Primero tendría que hablar con mi madre y con ella lo único que funcionaba era estar con una simpatía y amabilidad considerables.

Salí de mi cuarto y me dirigí hasta el de ella frenando algunas veces pensando con detenimiento si sería este el momento idóneo y el caso es que lo fuera o no, tenía que proponérselo hoy sí o sí.

—Mamá... —gimoteé en voz baja entrando a su habitación—¿Podemos hablar?

—Sí, cielo, dime —volteó la cabeza y me miró sonriente, parecía estar de buen humor.

—Verás... quería decirte una cosa, es un plan, los chicos y yo hemos pensado una cosa para el verano y quería saber que te parecía —dije explicándome de pena y con unos cambiantes tonos de voz, en seguida la expresión de mi madre cambió y se mostró ligeramente más seria.

—¿Qué plan?

Suspiré con ahínco eludiendo el temor que infundía su mirada y me decidí a preguntárselo de una vez por todas.

—Queremos ir a Grecia y...

—No —me interrumpió ella sin tener un ápice de reparo en hacerlo.

Rodé la mirada con desgana.

—¿Por qué no? —le inquirí cruzándome de brazos.

—A ver, déjame que lo piense; me estás pidiendo viajar sola con tus amigos a Grecia en verano, sí, por eso, creo que es por eso.

—Pero me he esforzado bastante durante todo el jodido curso, y te recuerdo que he sacado de las mejores notas de la clase —protesté manteniendo la calma.

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